Univisión informó que la familia de la víctima en Los Ángeles exigió detener al supuesto chamán que le aplicó kambó, un veneno de rana contra la depresión.
Según señalan, Lazo era madre primeriza y se le aplicó kambó provocándole la muerte por envenenamiento.
De acuerdo con una hermana de la víctima, en el hospital les hablaron de más casos.
Ahora, están a la espera de evidencia irrefutable que confirme fue con kambó, como le llaman al veneno de una rana amazónica, al que algunas personas le atribuyen propiedades curativas contra la depresión y la ansiedad.
El caso de Lazo
La publicación añadió que Lazo, de 34 años, dio a luz en diciembre 2022 a su primer hijo, Julián; sin embargo, un mes después fue diagnosticada con depresión posparto.
La pacientes buscó alternativas naturales y aceptó la invitación de una amiga “nueva”, informó Justin Johnson, ahora viudo y padre de Julián.
Se presumía que irían a una ‘Expo’ de tratamientos holísticos, pero el cuerpo de Teresa Lazo tenía marcas en las pantorrillas y la parte trasera del muslo, compatibles con la aplicación de kambó.
Ante esto, Elizabeth, una de las hermanas de Teresa, advirtió: “La enfermera de la sala de emergencias nos informó que ella es la quinta muchacha que ha muerto por esto”.
“Basta, esto ya no debe pasar. Pedimos justicia, que esto no pase a nadie más”, exigió al referirse al tratamiento que ofrecerían chamanes en las montañas de San Bernardino.
La policía de San Bernardino como los Centros del Control del Envenenamiento investigan la muerte de Teresa Lazo, pero aún no tienen información para hacerla pública.
La aplicación del veneno de la rana Phyllomedusa bicolor, nombre científico de la rana kambó o mono grande, como se le conoce, se popularizó hace algunos años tras estudios preliminares que atribuyeron probables propiedades curativas contra la depresión y ansiedad aguda.
Algunas personas afirman que les cambia la vida, pero la comunidad científica insiste en que no hay un solo estudio que valide, científicamente, los supuestos beneficios.
Cómo extraen el veneno
Para extraer el veneno, las personas inmovilizan la rana y le raspan el veneno. Después, lo mezclan con agua y lo ponen a secar sobre una tabla de madera, donde queda como una pasta blancuzca.
En el proceso, los chamanes efectúan unas quemaduras superficiales, como si fueran puntos, esto según los que necesite el cliente.
A los hombres, generalmente se lo aplican en el pecho o en algún brazo. En el caso de las mujeres, es en las pantorrillas o la parte trasera del muslo.
En el caso de la “nueva” amiga de Teresa Lazo, la mujer aseguró que el tratamiento le dio resultado, lo que podría ser cierto.
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Mal uso puede ser mortal
Univisión añadió que chamanes con amplia experiencia han defendido que antes de ese tratamiento, ellos toman en cuenta la constitución física de la persona, su peso, altura y si antes han recibido una dosis de kambó, aunque una dosis mal aplicada, tiene el potencial de ser mortal.
La Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) considera el kambó una sustancia controlada, del tipo I. Su posesión ilegal es una de las más penalizadas.