La nueva disposición permitirá también a los pastores y otras figuras eclesiásticas que no estén de acuerdo con la medida abstenerse de participar en las ceremonias.
La autorización del matrimonio entre homosexuales ha sido un asunto polémico en el seno de la Iglesia luterana de este país escandinavo en las últimas décadas.
La autorización del matrimonio entre homosexuales ha sido un asunto polémico en el seno de la Iglesia luterana de este país escandinavo en las últimas décadas.
La aprobación de la propuesta en la asamblea, celebrada en Trondheim, fue recibida con escenas de júbilo, entre otros por los representantes de Iglesia Abierta, un grupo creado en el 2014 tras el rechazo al intento anterior por autorizar las uniones entre personas del mismo sexo.
“Es un gran día para mí, para Iglesia abierta y para la Iglesia Luterana. Por fin vamos a poder celebrar el amor independientemente de a quién se ame”, declaró en la asamblea Gard Sandaker-Nilsen, líder de ese grupo.
Noruega, de mayoría protestante, sigue así el ejemplo de las vecinas Suecia y Dinamarca, cuyas iglesias luteranas autorizaron respectivamente las uniones entre homosexuales en el 2009 y en el 2012.
Iglesia evangélica
En otro caso similar, la Iglesia evangélica de Berlín, Brandeburgo y Oberlausitz, este de Alemania, dio el sábado último su aprobación al matrimonio homosexual y casará a partir del 1 de julio a parejas del mismo sexo.
Desde el 2002 la iglesia evangélica de Berlín, Brandeburgo y Oberlausitz, con alrededor de un millón de fieles, ofrecía, como otras diócesis protestantes del país un oficio religioso para bendecir estas uniones, pero diferenciado del matrimonio.
El sínodo de esta Iglesia, reunido en Berlín, dio luz verde al matrimonio homosexual por 91 votos favor y 10 en contra y se convirtió en la tercer iglesia protestante regional que lo permite en Alemania, tras las de Hessen-Nassau y Rheinland, ambas en el oeste del país.
El obispo de Berlín, Markus Drge, en declaraciones que recoge el diario Tagesspiegel, subrayó la necesidad de acoger a todas aquellas parejas que, desde la diversidad, quieren formar una familia cumpliendo las obligaciones que marca la iglesia.
Desde el 2002 la iglesia evangélica de Berlín, Brandeburgo y Oberlausitz, con alrededor de un millón de fieles, ofrecía, como otras diócesis protestantes del país un oficio religioso para bendecir estas uniones, pero diferenciado del matrimonio.