El FBI (Federetion Buró Investigation) ha documentado a varias clicas de las Maras Salvatruchas que se dedican a extorsionar negocios en diferentes ciudades de Estados Unidos para obtener dinero y financiar las actividades ilícitas que hacen en ese país y en El Salvador.
Las extorsiones van contra negocios ambulantes, prostíbulos y negocios que trabajan sin la autorización del gobierno, en especial, los comercios de los migrantes indocumentados que no denunciarían frente a las autoridades estadounidenses.
Esta práctica criminal es bastante conocida en Guatemala, El Salvador y Honduras, donde los pandilleros extorsionan a las personas desde la cárcel gracias al acceso que tienen a aparatos telefónica e internet, pese a la prohibición que existe para ello.
Aunque es más violenta y discreta la forma que tienen de operar en Estados Unidos, ya empezó a llamar la atención de las autoridades de Estados Unidos debido a que sus actividades criminales han llegado a cobrar varias vidas.
El consorcio de la MS-13 en EE. UU. incluye narcotráfico, contrabando de armas y la trata de personas. Pero recibe más dinero de las extorsiones dentro de los barrios donde se mantienen.
Según un caso que recoge un artículo de Univisión, seis pandilleros de la MS-13 visitaron 52 veces a dos personas que vendían alcohol sin tener una licencia en Maryland y les exigieron un porcentaje de sus ganancias.
Los pandilleros llegaron a esos negocios ilegales al menos dos veces por semana, entre el 10 de octubre de 2018 y el pasado 15 de junio. El dinero lo recolectaban estos miembros de la clica Weedams Locos Salvatrucha (WLS): Brayan Torres, Hernán Yanes, Agustino Rivas, Brian Zelaya, Miguel Ramírez y Jorge Argueta, de acuerdo con una acusación presentada en el Distrito de Maryland de la Fiscalía federal.
También fueron procesados varios integrantes de la Mara que operaban en el área metropolitana de Washington DC. El Departamento de Justicia alega que cobraban un “impuesto de guerra” a prostíbulos, narcomenudistas y “tiendas” sin licencia que vendían comida, cigarros y bebidas alcohólicas.
En el juicio de Gerdandino Delgado Escobar, alias ‘Pumba’, se presentó evidencia de que él y otros ‘mareros’ cobraron entre 40 y 50 dólares semanales a negocios de reparto de cervezas y unos 115 dólares por semana a dueños de burdeles en la zona de Langley Park.
Según un estudio que laboró Insight Crime y el Centro de Estudios Latinos y Latinoamericanos de la American University, la MS-13 estaría recolectando hasta 45 millones de dólares cada año en El Salvador.
En Estados Unidos, señala el informe, la pandilla le exige dinero cotidianamente a negocios del llamado “mercado gris”, como se les dice a los establecimientos cuyos dueños son indocumentados que evitarían denunciarlos a la Policía para evitar problemas con las autoridades migratorias.
En Los Ángeles, donde nació la Mara Salvatrucha hace casi 40 años, se enfoca en los distribuidores de narcóticos con los que no tiene tratos y en clubes nocturnos subterráneos, dice InSight Crime.
Expandilleros explicaron a Univision Noticias que los negocios en esta ciudad que están marcados con grafiti de la pandilla quizás no estén dándoles dinero cada cierto tiempo, aunque sí les permitirían reunirse allí o les regalen alimentos o licor. “Tal vez no cobran ‘renta’ a un restaurante, pero si comen y se van tranquilamente sin pagar, eso es extorsión”, dijo la fuente que pidió el anonimato por razones de seguridad.
Este instituto que investiga a las organizaciones criminales asegura que en Los Ángeles la pandilla cuida, participa y cobra piso a lugares conocidos como “casitas”, que son domicilios donde hay juegos de azar ilegales y se ejerce la prostitución. Revela que las clicas asignan a miembros para que vigilen las puertas, como una señal de que la banda posee una parte del negocio. Esos guardias también cuentan el número de clientes para asegurarse que les estén pagando el porcentaje correcto.
“Una víctima que entregaba cerveza fue agarrada por el cuello, le pusieron un arma en la cabeza y fue amenazada con el asesinato de toda su familia si la víctima no pagaba a la MS-13 por operar un negocio en su territorio”, menciona un comunicado de la Administración para el Control de Drogas.
Delgado Escobar, quien hizo amenazas similares a otras personas, fue sentenciado en septiembre de 2019 a más de cuatro años de prisión.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) también ha documentado la violencia que ejerce la pandilla para sacarle dinero a comerciantes en Texas. Describe la experiencia de la propietaria de un salón de belleza en Houston que fue asaltada por integrantes de la Mara. Se llevaron el dinero, agredieron sexualmente a una empleada y fotografiaron a la dueña para que no llamara a la Policía. También le dijeron que desde ese momento ella tendría que pagar 100 dólares cada semana por “protección”.
Ese incidente ocurrió en enero de 2009, pero no es el último que ha investigado el FBI. A finales de 2019 la agencia difundió las declaraciones de Sylvia, una inmigrante centroamericana que se vio forzada a pagar “una cuota” a la MS-13 en alguna ciudad de EEUU. Cuando se negó a seguir haciéndolo, asesinaron a su hijo. La mujer fue puesta bajo el resguardo del gobierno federal para evitar que a ella también la mataran.
“Me extorsionaron por cuatro años, casi. Me dijeron que si yo no pagaba cada ocho días que me iban a lastimar a mi familia… Me quitaron a mi hijo, me mataron a mi hijo”, lamentó.