En el mismo foro tendrán la palabra los líderes de las naciones más desarrolladas, como Estados Unidos, China o Alemania, y los de las naciones más pobres del planeta.
Ambos debatirán cómo definir una agenda común para el desarrollo mundial en una cumbre que, por primera vez, fijará unos objetivos únicos para naciones ricas y pobres, para países del norte y del sur, todos con la meta común principal de terminar con la pobreza extrema.
“Nadie se queda atrás (…). Es universal, ya no más diálogo preguntando qué está haciendo el norte por el sur” , sostiene Amina Mohamed, asesora especial en este tema del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, una de las figuras más volcadas en este desafío.
A esta conferencia se llega retomando la marcha de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que fueron aprobados en el 2000 y tenían como plazo final este año, y obtuvieron un éxito parcial en temas que la ONU quiere incorporar a las nuevas metas.
Los Objetivos del Milenio eran ocho pero, a diferencia de los nuevos que se quieren impulsar, afectaban sólo a las naciones en desarrollo. Los nuevos, en cambio, comprometen a todas las naciones que integran la ONU, las ricas y las pobres.
Las nuevas metas, diecisiete en total, afectan a las actividades más importantes del ser humano y del medioambiente. Van desde el fin de la pobreza, la educación y la generación de agua potable, hasta la energía asequible o las comunidades sostenibles.
Dentro de esos diecisiete objetivos hay 169 metas, cuyo cumplimiento será medido con unos 300 indicadores que ha elaborado la ONU para determinar cómo están cumpliendo las naciones las promesas que han hecho.
Pero todo ello busca lograr “tres cosas extraordinarias” en los próximos quince años, según dice la ONU: acabar con la pobreza extrema, luchar contra las desigualdades y la injusticia, y combatir el cambio climático.
Ban Ki-moon resume así el propósito: “Es una hoja de ruta para acabar con la pobreza mundial, construir una vida de dignidad para todos sin dejar a nadie detrás” .
La agenda nueva, que estará vigente hasta el 2030, es de cumplimiento voluntario. No habrá sanciones para las naciones que no cumplan las metas fijadas, aparte del sentimiento de verg enza que pueda tener el país que quede rezagado.
El papa Francisco será el encargado de dar su propio mensaje antes del comienzo formal de la cumbre. No se recuerda ninguna otra ocasión en la que un pontífice se haya dirigido a tantos líderes mundiales juntos.
Los salones y los pasillos de la ONU serán una efervescencia de reuniones durante los tres días, porque aparte de los encuentros plenarios habrá diálogos interactivos de diferentes áreas.
No sólo estarán presentes líderes mundiales, sino también representantes de organizaciones no gubernamentales y de la empresa privada para fijar sus propias posturas en este tema.
A esta cumbre se llega después de una labor emprendida por la ONU desde hace años, a partir del replanteamiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Esas gestiones recibieron impulso en la reunión del 2012 en Río de Janeiro, en la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible, donde se decidió crear un grupo de trabajo que definiera las nuevas metas que marcarían el futuro del desarrollo mundial.
Y también tuvo una relevancia en este proceso la reunión de Adis Abeba de julio pasado, donde se adoptó un acuerdo histórico para definir el nuevo modelo de financiación para el desarrollo.
La ONU ha anunciado que la cumbre, que estará sobrada de discursos, tendrá al inicio actos menos formales, uno de ellos a cargo de Shakira, que ante el centenar y medio de líderes mundiales entonará las notas del tema “Imagine” , de John Lennon. EFE
