De este modo, los países árabes tratarán de que la Asamblea General apruebe la resolución, que pide a EE.UU. dar marcha atrás al reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, como un mensaje de “unión por la paz”, que sea vinculante para todos los organismos de la ONU.
En declaraciones a periodistas, Abulgueit expresó su “extrema indignación” por el veto de EE.UU. a la resolución, frente a 14 votos favorables, lo que consideró un “desafío flagrante” ante “un caso raro de consenso” internacional.
El presidente estadounidense, Donald Trump, reconoció este mes a Jerusalén como capital israelí, rompiendo décadas de consenso internacional, según el cual el estatus final de la ciudad debe ser acordado en un proceso de paz entre israelíes y palestinos.
La resolución vetada por EE. UU. reiteraba la doctrina de la ONU sobre Jerusalén y lamentaba las “recientes decisiones” sobre el estatus de la ciudad, en referencia a la medida de Trump.
Además, pedía rescindir toda decisión contraria a lo fijado por Naciones Unidas con respecto a Jerusalén y específicamente llamaba a los Estados a evitar establecer misiones diplomáticas en la ciudad.
EE.UU. se quedó totalmente solo en su oposición al texto, pues los demás miembros del Consejo de Seguridad lo respaldaron, incluidos aliados de Washington como el Reino Unido y Francia.