La migración de centroamericanos ha continuado pese a los operativos de las autoridades mexicanas y las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las exportaciones de México a partir del 10 de junio si no se detiene la migración ilegal.
Jonathan, un migrante hondureño de 26 años que no dio su apellido, dijo saber de los operativos de la policía mexicana pero aseguró que en su segundo intento por llegar a Estados Unidos ya conoce el territorio mexicano para poder librarlos.
“No deberían de ser así. Nosotros los migrantes, solo queremos pasar para ir a trabajar”, dijo.
Autoridades de México iniciaron este lunes conversaciones en Estados Unidos confiadas en poder superar el diferendo sobre migración que provocó la amenaza de Trump con imponer aranceles a todos los productos mexicanos.
“Estamos por el libre comercio y pensamos que se puede llegar a un acuerdo”, dijo este lunes el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), desde Ciudad de México, mientras su canciller, Marcelo Ebrard, advertía en Washington sobre el “efecto contraproducente” de las medidas.
“Quiero seguir siendo amigo del presidente Donald Trump”, afirmó AMLO.
El canciller mexicano se reunirá el próximo miércoles con el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, para discutir el tema.
Más en camino
Atrás de este grupo de migrantes que llegó a México van cientos de migrantes más.
Este lunes alrededor de 300 migrantes hondureños pasaron por la Ciudad de Guatemala. Otros grupos se desplazan desde la frontera hacia la capital guatemalteca y su objetivo es el mismo: Llegar a México y luego cruzar a Estados Unidos.
“En Honduras no hay esperanzas, decidimos ir a Estados Unidos aunque sabemos que está difícil, pero lo intentaremos“, dijo el migrante hondureño Lario Montúfar.
“En Honduras no hay esperanzas, decidimos ir a Estados Unidos aunque sabemos que está difícil, pero lo intentaremos”, advirtió Lario Montúfar, migrante hondureño. pic.twitter.com/KBkrayUrJO
— Edwin Pitán (@Epitan_PL) 3 de junio de 2019
Entre el grupo iba una joven pareja con una bebé de 10 meses. Los padres justificaron su decisión de emigrar al señalar que en Honduras “hay protestas porque todo se privatiza” y no hay empleo.
Carlos Roberto Zúñiga, migrante hondureño, relató que en San Pedro Sula, era carnicero, pero su negocio “quebró” hace un año por el cobro de extorsión. pic.twitter.com/J3UbIAGyQ2
— Edwin Pitán (@Epitan_PL) 3 de junio de 2019