Esa medida es el mecanismo máximo de protesta diplomática y eleva la tensión al máximo, aunque la número dos del Gobierno de Rajoy se limitó a decir que España retira a su embajador “para conocer de su mano la situación”.
Maduro calificó el jueves a Rajoy de “racista”, “colonialista” y “basura corrupta” tras una manifestación contra la Ley de Amnistía que ha aprobado la Asamblea Nacional, en la que la oposición tiene ahora mayoría. El jefe del Ejecutivo español en funciones ha respaldado en reiteradas ocasiones esa ley.
El Ministerio de Exteriores español convocó a última hora de la mañana de el viernes al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea, para trasladarle “su más enérgico rechazo por los intolerables insultos” y anunciarle el paso que ha decidido dar. Fue la sexta vez desde el 2014 que el diplomático venezolano fue llamado a la cancillería para escuchar una protesta formal.
El Departamento que dirige José Manuel García-Margallo y la vicepresidenta del Ejecutivo calificaron la actitud de Maduro como “impropia del respeto que debe regir las relaciones entre gobiernos” y lamentaron que se haya convertido “en una práctica habitual en el Jefe del Estado venezolano”.}
“El gobierno de España manifiesta su más absoluto rechazo a los intolerables insultos que ayer (jueves) el presidente de la República Bolivariana de Venezuela ha dirigido al presidente del gobierno”, afirmó la número dos de Rajoy.
“Creo que esa actitud es lamentable, que es impropia de las relaciones que tienen que regir entre los gobiernos, pero se ha convertido en una práctica habitual del presidente venezolano” , añadió.
Hace sólo un año, Madrid ya llamó a consultas a su embajador en Caracas después de que Maduro acusara a Rajoy de estar “detrás de una conjura internacional para derrocar el gobierno constitucional” que él preside. En esa ocasión, el embajador estuvo diez días ausente de Venezuela.
Relaciones complicadas
Las relaciones entre España y los gobiernos chavistas de Venezuela han sido tradicionalmente complicadas, pero desde la llegada de Nicolás Maduro al poder en sustitución del fallecido Hugo Chávez se volvieron más espinosa
“Racista te dije Rajoy, colonialista te dije, Rajoy, basura corrupta te dije, Rajoy, ¡basura colonialista! ¡A Venezuela se le respeta, este es el pueblo de Simón Bolívar!”, exclamó Maduro el jueves ante sus seguidores en el Palacio de Miraflores.
España reiteró el viernes su preocupación por la situación en Venezuela, donde viven 200 mil españoles.
“El gobierno reitera su ofrecimiento de ayuda para paliar la grave crisis económica y humanitaria que está padeciendo la población venezolana”, señaló el Ministerio de Exteriores en su comunicado.
Ante la crisis política, llamó “a la responsabilidad, a la colaboración, al diálogo, al consenso y a la reconciliación” y subrayó “la importancia del respeto a los valores democráticos, a los Derechos Humanos, al Estado de Derecho, a la independencia de las instituciones y a las garantías constitucionales”.
Es la quinta vez desde diciembre del 2014 que el ministerio de Exteriores convoca al embajador venezolano en Madrid.
En julio del 2015, Maduro lo definió como “sicario del pueblo” por una restrictiva ley de seguridad aprobada en España a pesar del fuerte rechazo ciudadano y de la oposición.
Como ya ocurrió en esas dos ocasiones, el ministro de Exteriores español convocó al embajador venezolano en España, Mario Isea, por quinta vez desde diciembre del 2014.
“El Director General para Iberoamérica le ha trasladado la posición del gobierno español ante esta escalada verbal y la decisión del gobierno español de llamar, en consecuencia, a consultas a su embajador en Caracas”, señala el ministerio en su comunicado.
En el escrito, Exteriores también muestra su preocupación por “la grave crisis económica y humanitaria” del país suramericano, que el miércoles decretó asueto los viernes para ahorrar energía ante la sequía ocasionada por el fenómeno el Niño, así como ante su crisis política.