La mayoría de estos ataques se llevaron a cabo en el norte del país, donde Boko Haram tiene su mayor base de operaciones. “Los niños no son los instigadores de los ataques, sino meras víctimas”, especificó Dutordoir.

Específicamente, desde julio del 2014 se han podido comprobar nueve ataques en que los suicidas fueron niños de entre 7 y 17 años.

A pesar de que en gran parte de los casos sus identidades no se han podido comprobar, se sabe que la mayoría eran menores no acompañados (sin supervisión de un adulto) y que sobrevivían como desplazados internos.

En total, el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) calcula que del 1,3 millones de nigerianos desplazados internos, 743 mil son menores de edad.

De estos 743 mil se calcula que 10 mil son menores no acompañados.

“Muchos fueron separados de sus familias en situaciones en las que precisamente huían de Boko Haram”, puntualizó el experto.

Ejército de niños

“¡Salgan o disparamos!”, gritaron los hombres de Boko Haram a en una incursión en una localidad rural de Nigeria, relata un reportaje de El Mundo, de España publicado recientemente.

De acurdo con los testimonios los terroristas “eran sobre todo niños de unos 14 años. Todos iban armados. Los jóvenes eran los que más miedo daban porque eran quienes nos golpeaban”, cuenta Gremah una de las supervivientes.

Boko Haram les facilitaba alimento, pero “para conseguir agua para cocinar y lavarnos teníamos que salir fuera a buscarla”. Tras dos semanas en esas condiciones Gremah vio la oportunidad de huir con la excusa de ir a buscar más agua. Junto a otras tres mujeres y cuatro niñas se escondería en la casa de una anciana.

Ya por la noche, cuando dejaron de escuchar el ruido de las motos con las que se desplazan los terroristas, huyeron hacia el río. En Níger se reencontró con su familia, que la daba por muerta. “Creía que no saldría viva de allí, aun ahora mientras lo cuento siento cómo el corazón se acelera”.

Así es como Boko Haram usa a los menores. Recientemente se divulgó ampliamente la noticia de que una niña de 12 años con un cinturón de explosivos a un mercado del norte de Nigeria, mató a siete y dejó con heridas graves a otras 31 personas.

Las niñas podrían estar siendo utilizadas

En enero del 2015 en el poblado de Maiduguri, al nordeste del país 20 personas murieron cuando otra niña, esta de 10 años, se hizo estallar con una bomba en la cintura en un mercado muy concurrido de esa localidad.

Testigo en esa oportunidad no descartaron que la menor estuviera consciente de lo que hacía y más bien aseguraron que era manipulada.

Ashiru Mustafa, miembro de un grupo local de autodefensa, explicó que la bomba explotó mientras alguien inspeccionaba a la niña a la entrada del mercado.

Según él, no se trató de un acto deliberado de la niña. “La niña tenía unos 10 años y dudo seriamente de que supiera lo que tenía adherido al cuerpo”, dijo en esa ocasión.

“La estaban controlando a la entrada del mercado y el detector de metales acababa de señalar que llevaba algo encima. Desgraciadamente, la bomba estalló antes de que pudiera ser aislada”, contó Mustafa.