Menos de la mitad de los votantes registrados participaron en las elecciones del domingo, según indicó el lunes el Ministerio del Interior.
La abstención alcanzó este fin de semana un nivel récord en la historia de la V República, con un 51.29%.
Los que lo hicieron dieron el 28% de los votos al partido de Macron, República en Marcha, más de 12 puntos porcentuales por delante de su rival más cercano, los conservadores tradicionales.
El ultraderechista Frente Nacional de Marine Le Pen quedó muy atrás con un 13% de los votos.
Los rivales de Macron temen que los comicios produzcan una cámara sin apenas oposición que haga frente a un poderoso presidente. Las estimaciones señalan que los candidatos partidarios de Macron dominarían la cámara baja de 577 escaños.
Golpe
El partido del presidente saliente Francois Hollande, que controlaba hasta ahora la Asamblea Nacional con cerca de 300 diputados, obtendría entre 15 y 40 escaños de los 577 totales, según las primeras proyecciones.
Si la tendencia se confirma en la segunda vuelta del próximo domingo, el colapso del PS sería aún peor que el que sufrió en 1993, cuando pasó de 278 a 56 bancas en la Asamblea.
“Estos resultados deben ser analizados con lucidez y habrá que sacar conclusiones tras la segunda vuelta, para reconstruir la izquierda y gobernar sobre bases sanas”, declaró el ex primer ministro socialista Bernard Cazeneuve.
Estos resultados no son una gran sorpresa, después de la derrota que sufrió Benot Hamon en las presidenciales, en las que obtuvo apenas un 6% de los sufragios.
El partido paga la desaprobación del mandato de Hollande, que dejó el Elíseo el mes pasado como uno de los jefes de Estado más impopulares de la historia de Francia.
La primera vuelta de las legislativas estuvo “marcada por el retroceso sin precedentes de la izquierda en su conjunto y en particular del Partido Socialista”, admitió el primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis.
Cambadélis, quien aspiraba a la reelección, habría sido eliminado en la primera vuelta, según fuentes del movimiento. La misma suerte corrió Benot Hamon.
Julien Dray, un alto dirigente socialista, estimó el domingo que el Partido Socialista atravesaba “una profunda crisis política” y estimó que habrá que reconstruir la “identidad socialista” .
Según las primeras estimaciones del domingo, el partido del presidente centrista Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM) y sus aliados, se encaminan a obtener una holgada mayoría en la Asamblea Nacional, derrotando a los partidos tradicionales que se alternan en el poder desde hace 60 años.
Macron fue asesor económico de Francois Hollande, antes de convertirse en su ministro de Economía en 2014. Renunció en 2016 para lanzar su nuevo movimiento y su candidatura a las elecciones presidenciales sin pasar por las primarias.