Internacional

Oposición venezolana acepta llamado a diálogo de Maduro

La oposición venezolana aceptó este viernes la oferta de diálogo que hizo el presidente Nicolás Maduro al rendir cuentas de gestión por primera vez ante un parlamento de mayoría opositora.

El presidente Nicolás Maduro (izquierda), habla y se ríe con su acérrimo rival politico, el presidente del Congreso Henry Ramos (der). (Foto Prensa Libre: AP).

El presidente Nicolás Maduro (izquierda), habla y se ríe con su acérrimo rival politico, el presidente del Congreso Henry Ramos (der). (Foto Prensa Libre: AP).

“Si usted propone diálogo, estoy completamente de acuerdo, pero que sea un diálogo con resultados, con medidas concretas, y que cuando ofrezcamos la paz no sea la pax romana, la paz de los sepulcros”, le dijo el jefe parlamentario Henry Ramos Allup al primer mandatario tras su rendición de cuentas.  

“Si usted busca diálogo, aquí va a encontrar diálogo. Podemos conseguir puntos de coincidencia para salir de esta crisis que es terrible”, insistió el legislador de 72 años, al tomar la palabra luego de que el presidente terminó su discurso, todavía en cadena nacional de radio y televisión.

Tras aludir a la amnistía que proponen los opositores para políticos presos, Maduro los invitó a conversar sobre “cualquier tema que sea susceptible y necesario de conversar por la paz que nos exige Venezuela”.

“Aquí no podemos seguir hasta que no liberemos a los presos políticos, ¡que sí los hay, presidente!” , dijo Ramos Allup dirigiéndose a Maduro, sentado a su derecha.

Tanto el mandatario como el legislador se referían al proyecto de la oposición presentado el pasado lunes para amnistiar a unos 76 “presos políticos”, entre ellos el dirigente Leopoldo López, y miles de “perseguidos”  y exiliados por su oposición al chavismo.

Maduro reiteró su rechazó a esa iniciativa, señalando que se le estaría clavando “un puñal a la paz”  y no se curaría “ninguna herida creada por el error político de tratar de forzar la historia a través de la violencia”.

Ramos Allup dijo que “lo que ha debido ser una sesión normal costó mucho lograrla”  porque tuvieron “muchos tropiezos después de las elecciones” del 6 de diciembre.

La asistencia del presidente al hemiciclo estuvo en duda porque la justicia había declarado el lunes en “desacato”  al parlamento y anulado sus decisiones por haber juramentado a tres diputados opositores que, impugnados por el oficialismo, están suspendidos mientras son investigados por supuesto fraude electoral.

108.7 por ciento fue la inflación acumulada entre enero y septiembre de 2015 en Venezuela.
4.5 por ciento se contrajo la economía en ese mismo período.
US$24.38 es el precio del barril de petróleo venezolano, el más bajo en 12 años.


Esta es la primera vez que Maduro comparece ante una bancada opositora a la que acusa de planear darle un “golpe de Estado” pues desde el día en que tomó el control del parlamento, hace diez días, anunció que irá tras una “vía legal” para “cambiar el gobierno”.

“Hoy gracias a la constitución esta oposición está en mayoría y en ejercicio en esta Asamblea”, expresó Maduro con tono conciliador en sus primeras palabras, desde la tribuna del hemiciclo, abarrotado de funcionarios de gobierno, diputados, diplomáticos y periodistas.

Poco antes, Maduro decretó un estado de emergencia por la crisis, cuya gravedad confirmó el Banco Central al revelar los primeros índices económicos en más de un año: la inflación acumulada entre enero y septiembre de 2015 fue de 108,7% y la economía se contrajo en un 4,5% en ese periodo.

El decreto, que regirá por 60 días, permitirá al gobierno disponer de bienes de empresas privadas para garantizar el abastecimiento de productos y fijan límites al ingreso y salida de moneda local en efectivo, según anunció el ministro de Economía, Luis Salas.

“Son medidas tomadas para proteger al pueblo y no para ir en su contra”, dijo el ministro, para enfrentar lo que el gobierno considera una “guerra económica” de la derecha, apoyada por Estados Unidos, para derrocarlo.

Ramos Allup, había desacreditado de antemano el decreto. “La crisis no es superable con este gobierno. Es un modelo fracasado”, dijo el legislador, quien pone entre las prioridades de la oposición parlamentaria, además de una amnistía para presos políticos, reformas económicas.

En el ojo de la tormenta económica

Analistas independientes recomiendan la unificación de los tres tipos de cambio —más el del mercado negro 125 veces mayor que la tasa más baja oficial—, la eliminación del control de precios, aumentar el precio de la gasolina que es casi regalada en este país, estímulo a la inversión privada y reducción del gasto público.


Maduro anunció el decreto como un conjunto de medidas para impulsar la producción y bajar la dependencia casi total del petróleo —fuente del 96% de divisas—, que esta semana cerró en 24,38 dólares por barril, el precio más bajo en los últimos 12 años.

El país con las mayores reservas de crudo del planeta sufre un severo desabastecimiento que genera largas filas que exasperan a los venezolanos.

Maduro sostiene que el país está en una “tormenta” económica de la que sólo puede salir “con más socialismo”, frente a un “parlamento burgués” que busca imponer su “modelo neoliberal” de privatizaciones y acabar con las conquistas sociales de la revolución.

Crisis institucional

La comparecencia de Maduro ante el Congreso ocurre en medio de una crisis institucional desatada tras la instalación hace diez días de la nueva Asamblea Nacional.

El fragor del debate en estas dos semanas llegó al punto que Ramos Allup —un antichavista radical— debió enviar a Maduro un mensaje a través de su esposa Cilia Flores para asegurarle que será recibido con respeto.

Su asistencia estuvo en duda debido a que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) había declarado el lunes en “desacato” al parlamento y anulado sus decisiones por haber juramentado a tres diputados opositores que, acusados por el oficialismo, están suspendidos mientras son investigados por supuesto fraude electoral.

Pero la oposición debió retroceder el miércoles acatando la decisión del TSJ.

Los venezolanos han vivido con preocupación ese primer capítulo del choque de poderes. “Ya no sé qué va a pasar aquí. Esto sigue empeorando y empeorando y ahora menos lo van a arreglar porque se están peleando por la Asamblea”, dijo a la AFP Juan Molina, un vigilante de 44 años.

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