Un soldado que cayó en un río, frente a la isla de Dongyin, fue hallado muerto este viernes.
La víspera, un hombre murió ahogado frente a una playa de Hualien, en el este de la isla, según un balance de las autoridades, que contabilizaron 66 heridos, la mayoría por objetos que volaban por los aires.
La televisión mostraba imágenes de árboles arrancados, señales de circulación por el suelo y un tren de mercancías descarrilado.
El tifón perdió potencia a su paso por la isla, y a las 06.30 GMT se dirigía al este de China.
Más de 15 mil personas tuvieron que abandonar sus hogares, amenazadas por corrimientos de tierras o inundaciones, y tres mil 700 de ellas acudieron a albergues.
Unas 125 mil viviendas estaban privadas de corriente eléctrica la mañana del viernes.
El Gobierno anunció que los mercados financieros, escuelas, oficinas y empresas permanecerían cerrados.
La mayor parte de los vuelos interiores fueron cancelados, según las autoridades aeroportuarias. Más de 365 vuelos internacionales se vieron afectados.
Los trenes iban a permanecer parados la mayor parte de la jornada.