Los hechos ocurrieron entrada la noche del sábado en una lujosa casa de un fraccionamiento cerrado del municipio de Apodaca, que cuenta con garita de vigilancia y dos cámaras de seguridad en la entrada.
Sin embargo, los guardias no impidieron la entrada de los agresores al fraccionamiento ya que el acceso al lugar queda libre durante la noche.
Ramírez precisó que las nueve víctimas son de sexo masculino. Sus cadáveres, que estaban maniatados con cinta adhesiva pero no muestran heridas por armas de fuego, fueron remitidos a los servicios forenses, añadió durante una conferencia de prensa en Monterrey, la capital estatal.
En la casa en que ocurrieron los hechos, las autoridades encontraron residuos de narcóticos y “aparatos para fumar droga”, mientras que las víctimas yacían en la sala y el baño, indicaron las autoridades.
Sin embargo, el procurador Ramírez aseguró que no parece ser un ajuste de cuentas por parte de narcotraficantes, ya que el modus operandi de este tipo de crímenes suele incluir mensajes y armas de fuego de uso supuestamente exclusivo del Ejército.
Además de este crimen, otras dos personas fueron asesinadas la madrugada del domingo en Guadalupe, otro municipio que colinda con Monterrey, cuando un grupo armado abrió fuego contra los asistentes a un baile. En este incidente, una mujer resultó lesionada.
Nuevo León es escenario de cruentas disputas entre los cárteles narcotraficantes Los Zetas y del Golfo. Estas y otras bandas del crimen organizado suelen asesinar a sus enemigos incluso en fiestas y lugares públicos.