De acuerdo con las autoridades locales, Payton Gendron, quien condujo por tres horas para llevar a cabo su macabra misión, planeó durante meses este ataque que es clasificado como un acto de “extremismo violento”.
La policía también reveló que Gendron habría publicado un manifiesto de aproximadamente 180 páginas antes de perpetrar la masacre y dentro de este escrito se encontraba su plan para conducir más de 320 kilómetros desde su natal Conklin hasta Buffalo para llevar a cabo este tiroteo.
Al momento del ataque, el adolescente vestía un chaleco antibalas, portaba un rifle de asalto y llevaba un casco equipado con una cámara para transmitir su crimen en vivo por un directo en la plataforma Twitch.
Según información del Departamento de Policía local, Gendron disparó a cuatro personas en el estacionamiento del supermercado y al ingresar al establecimiento continuó abriendo fuego.
Asimismo, las autoridades informaron que de los 10 muertos y tres heridos, 11 eran personas afroamericanas, situación por el que este caso está siendo investigado como un crimen de odio racial.
Cuando llegaron los agentes policiales al supermercado, Gendron puso su arma en su cuello y amenazó con dispararse; sin embargo, los oficiales pudieron convencerlo de no quitarse la vida y finalmente se rindió.
Otra revelación en esta terrible masacre fue hecha por el mismo asesino, quien aseguró haberse inspirado en un hombre armado que mató a 51 personas en una mezquita de Nueva Zelanda en marzo de 2019.
Luego de su captura, Payton Gendron se declaró “no culpable” de asesinato en primer grado y hasta el momento se encuentra detenido sin fianza.
Sin embargo, el adolescente de 18 años tendrá que volver a comparecer ante el tribunal el próximo jueves y de ser declarado culpable se enfrenta a una sentencia de cadena perpetua.