Ian, uno de los huracanes más poderosos que golpearon a Estados Unidos, obligó a socorrer a centenares de personas en Florida.
El gobernador del estado, Ron DeSantis, describió el viernes 30 el área costera de Fort Myers como “zona cero”, pero destacó que también hay “efectos tierra adentro”.
Muchas personas lograron abandonar sus hogares, pero al menos 20.000 optaron por quedarse, dijo DeSantis.
Funcionarios locales confirmaron la muerte de al menos 12 personas, la mayoría en el condado de Charlotte.
DeSantis advirtió que era demasiado pronto para hacer un balance del número de muertos y que esperaban más datos en los próximos días.
El NHC emitió una alerta de huracán para toda la costa de Carolina del Sur, así como para partes de Georgia y Carolina del Norte.
Se espera que luego Ian se debilite rápidamente y se disipe “cerca de la frontera entre Carolina del Norte y Virginia el sábado por la noche”, dijo el NHC.
“Estoy viva”
Florida continuó el viernes 30 de septiembre constando la magnitud de la devastación.
La ciudad de Fort Myers, donde Ian tocó tierra el miércoles 28 como un poderoso huracán de categoría 4, fue de las más golpeadas. Allí las calles se convirtieron en ríos y el agua del mar inundó las casas.
Un residente, Tom Johnson, fue testigo de la devastación desde su apartamento en el segundo piso de un edificio junto al puerto.
“Tenía miedo porque nunca había pasado por eso”, contó el hombre de 54 años a la AFP. “Eran ruidos aterradores, con escombros volando por todas partes, puertas por el aire”.
Su casa no sufrió daños, pero una de sus vecinas, Janelle Thil, no tuvo tanta suerte y tuvo que pedir ayuda después de que su apartamento de la planta baja comenzara a inundarse.
“Agarraron a mis perros y luego salté por la ventana y nadé”, dijo la mujer de 42 años.
Cuando Thil regresó a su apartamento después de que pasó la tormenta, abrió la puerta y tuvo que esperar “unos cinco minutos para que saliera toda el agua de la inundación”.
“Me encantaba mi casa”, dijo. “Pero estoy viva y eso es lo que importa”.
Un oficial de la Guardia Costera de Estados Unidos indicó que helicópteros estaban evacuando gente refugiada en los techos de sus casas.