El suceso ocurrió el 18 de septiembre por la noche y los habitantes de la vivienda impactada llevaron la piedra a la Facultad de Ciencias para que fuera analizada y se pudiera determinar su origen.
“A partir del estudio realizado en la Facultad de Ciencias y con la colaboración de colegas extranjeros se pudo clasificar inicialmente el meteorito como rocoso del tipo brecha’. Se trata de una pieza de 712 gramos.
Se estima que la roca impactó el techo a una velocidad del orden de 70 metros por segundo, 250 kilómetros por hora” , señaló el comunicado.
“Dadas las características de la roca, es de esperar que haya sido parte de una roca mayor que se fragmentó al ingresar a la atmósfera.
Por tanto es muy factible que haya otras rocas similares dispersas en el entorno de San Carlos, especialmente en la zona al oeste de la ciudad hasta una distancia de tres o cuatro kilómetros.
Se hizo una primera búsqueda pero no se encontró ningún nuevo fragmento” , agregó.
El comunicado señaló que los astrónomos y geólogos de Facultad de Ciencias ya habían estudiado “más de una veintena de rocas enviadas por personas de todo ese país pensando que eran meteoritos” pero todos esos casos habían sido descartados.