El hallazgo se produjo el 10 de octubre de este año por un proyecto de la NASA en Hawai (EE.UU.), y se trata de un objeto celeste potencialmente peligroso que pasó a unos 486 mil kilómetros de la Tierra, es decir a 1.3 veces la distancia a la Luna, y a una velocidad de unos 126 mil kilómetros por hora.
Miguel Serra señaló que si bien se conocen todos los asteroides cercanos a la Tierra y que tienen más de un kilómetro de diámetro y aproximadamente el 40 por ciento de los que tiene medio kilómetro de diámetro, “se nos escapan” la mayor parte de los objetos celestes que tienen un diámetro inferior.
Y es preocupante que no se conozca la cantidad de objetos celestes que tienen decenas de metros y que son capaces de destruir una ciudad, señaló Miquel Serra.
El astrónomo del IAC Javier Licandro recordó, por su parte, que objetos celestes con algo más de treinta metros de diámetro podrían ocasionar una catástrofe y uno de más de un kilómetro casi destruir la vida de la Tierra.
A juicio de Miquel Serra se necesitan proyectos de alerta temprana para descubrir con antelación este tipo de objetos, y por ello en breve comenzará a operar en el Observatorio del Teide, en la isla canaria de Tenerife, un telescopio robótico para localizar asteroides que podrían destruir una ciudad.
Para Javier Licandro, del grupo de investigación del Sistema Solar del IAC, es muy importante seguir la trayectoria de 2015 TB145 porque es bastante grande y en siglos podría colisionar con la Tierra.
Además, se mueve en órbita cometaria, por lo que desde telescopios del IAC se hará un seguimiento para determinar si es un asteroide o un cometa inactivo.
kilómetros es la distancia que pasó el meteorito.
Para determinar si se trata de un asteroide o de un cometa inactivo y para conocer su trayectoria por si en el futuro es preciso desviarlo, se utilizarán telescopios como IAC80 y Abierto Divulgación, en el Observatorio del Teide, para observar el rango visible y calcular el periodo de rotación a partir de la variación del brillo del objeto celeste.
Y desde los telescopios William Herschel y Nacional Galileo, en el Observatorio del Roque de los Muchachos, también en Canarias, se intentará obtener espectros en el visible y en el infrarrojo para obtener información sobre la composición superficial de 2015 TB145, mientras que con el Telescopio Isaac Newton se hará un seguimiento fotométrico en el rango visible.