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México: liberado alcalde detenido junto a líder narco

Ulises Ramírez, alcalde de un pueblo del sur de México que fue detenido junto a un presunto líder del cartel vinculado a la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, fue liberado sin cargos después de 39 días de prisión preventiva, una detención que, según dijo, se debió a una cuestión política y no a indicios de delito.

En entrevista con  AP  este domingo, antes de regresar a su localidad de origen, Cocula, Ramírez dijo que fue “víctima de la ley” y que su prisión preventiva se debió a una “situación política” porque nunca hubo ningún indicio que le vinculara al crimen organizado.      

El 29 de octubre el alcalde, del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, y otras tres personas fueron detenidos junto a Adán Zenen Casarrubias, hermano de quien es considerado líder del grupo Guerreros Unidos, el cártel acusado de participar en la desaparición de los 43 estudiantes en septiembre del 2014.       

Él creía que la persona con la que se sentó a comer en un restaurante del estado de Morelos— vecino de Guerrero— era un empresario que quería invertir en su pueblo.

Cuando le empezó a preguntar por la mina de oro que hay en su municipio y sobre quién iba a ser su jefe de policía empezó a sospechar. “En ese momento encapuchados sin identificarse, que no pensé eran policías, nos detuvieron. Fue por estar en el lugar y en el momento equivocados”.       

Luego su miedo era que le fabricaran un delito falso aunque “afortunadamente triunfó la legalidad”, añadió.      

Antes de su detención había denunciado ante fuerzas federales amenazas de muerte por parte del narco que, un mes después de ganar las elecciones, comenzó a presionarle para que se reuniera y pactara con ellos.


“Jamás lo acepté aunque llegaron a buscarme y me encararon”, señaló.       

Ramírez, un médico de 35 años retirado de la alcaldía mientras duraba la investigación, ganó los comicios municipales de Cocula por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática  (PRD) en junio del 2015, nueve meses después de que el municipio se hiciera famoso porque, según el gobierno federal, en su basurero fueron incinerados los 43 estudiantes, un crimen que conmocionó México, que sigue sin resolverse y cuya investigación estuvo llena de errores, falsedades y obstrucciones a la justicia, según un informe de expertos internacionales.        

Aunque la versión del basurero ha sido negada por dichos expertos, sí está probada la participación de policías locales de Iguala y de Cocula en las desapariciones forzosas por lo que esos cuerpos se disolvieron y la mayoría de sus integrantes están en prisión.      

El entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, también del PRD, está detenido y acusado por los ataques y por vínculos con Guerreros Unidos. Quien estaba en el poder local en Cocula en septiembre del 2014, César Peñaloza, del Partido Revolucionario Institucional —el partido del gobierno federal— está libre y sin cargos aunque sí rindió declaración.       

La Procuraduría General de la República inició un proceso penal contra Adán Zenen Casarrubias por delincuencia organizada y después de investigar a Ramírez durante más de un mes lo liberó el jueves “con reserva de ley”, es decir, con la advertencia de que continuarán investigándole.       

Ramírez tenía previsto regresar el domingo a su pueblo y ha solicitado seguridad federal. Todavía no ha decidido si volverá a la alcaldía o si dimitirá por miedo a que pueda pasarle algo a su familia.       

Guerrero es actualmente uno de los estados con mayores niveles de violencia vinculada al crimen organizado de todo México.   

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