Margot, y su marido, el primer ministro Erich Honecker se asilaron en Chile en los primeros años de la década de los noventa, luego de ingresar a la embajada chilena en Moscú.
Fueron recibidos en Chile, donde tenían bastantes conocidos, pues muchos chilenos se exiliaron en la República Democrática Alemana luego del golpe militar de 1973, incluida la presidenta Michelle Bachelet, quien incluso se casó en esa nación y tuvo a su hijo mayor, Sebastián Dávalos.
Otro factor que ayudó para que los asilaran en el país sudamericano es que su hija Sonja estaba casada con un ciudadano chileno.
Honecker —quien nunca mostró arrepentimiento hasta el final respecto al historial de represión del país— vivió en Chile desde 1992. Su esposo falleció en 1994.
Durante ese tiempo mantuvo una vida discreta y prácticamente no era vista en actividades públicas.
La última vez que fue vista fue en el 2014 cuando, junto a la madre de la presidenta Michelle Bachelet, Ángela Jeria, asistió a la fiesta de los abrazos del Partido Comunista.
Como ministra de Educación, la señora Honecker estipuló que los niños en la inflexiblemente ortodoxa Alemania del Este estudiaran durante 26 años.
Ella dijo que los jóvenes debían defender al socialismo “con un arma en mano si era necesario”, y uno de sus proyectos favoritos fueron visitas de escolares de jardín de niños a bases militares.
Honecker, llamada originalmente Margot Feist, nació en la ciudad oriental de Halle el 17 de abril de 1927.
Creció en una familia pobre. Se capacitó como vendedora antes de tomar un empleo como operadora telefónica.
Se unió al Partido Comunista en 1945, y ascendió por las filas de la organización juvenil comunista denominada Juventud Libre Alemana.
En 1950, a los 22 años, se convirtió en la legisladora más joven en el parlamento de Alemania Orienta. Se casó con Erich Honecker en 1953.