Durante el viaje, descubrió que la víctima no respiraba y avisó a la tripulación, pero todos los esfuerzos de reanimación fueron inútiles.
El hermano mayor fue detenido e inculpado de homicidio involuntario.
A principios de mayo, un niño ocho años de Costa de Marfil había sido descubierto por la Guardia Civil escondido en otro equipaje en el puesto fronterizo entre Marruecos y Ceuta. El padre, residente en España, intentaba hacerlo llegar clandestinamente porque su salario era insuficiente para pedir el permiso de residencia para su hijo.
La imagen de rayos X del niño dentro de la maleta en posición fetal suscitó gran indignación en España y finalmente el pequeño obtuvo un permiso de residencia provisional.
Cada año, miles de emigrantes arriesgan su vida para llegar a Ceuta y Melilla, las únicas fronteras terrestres entre frica y la Unión Europea.
Saltar una valla de siete metros de alto, alcanzar la península a bordo de embarcaciones precarias o bajo las ruedas de camiones son opciones habituales pese al gran peligro que representan.
El domingo, cuatro emigrantes subsaharianos se ahogaron tratando de llegar a nado a Ceuta desde la costa marroquí, indicaron las autoridades de Rabat.