Inicialmente, la Agencia nacional de gestión de urgencias (NEMA) había establecido un balance de seis muertos y 17 heridos.
Según la agencia, el ataque se produjo poco después de las 5 horas locales, durante la primera oración de la mañana, y fue llevado a cabo por un solo asaltante, aunque los testigos aludieron a dos explosiones.
Este ataque es el sexto atentado suicida desde el principio de octubre en Maiduguri, donde nació Boko Haram en 2002, antes de lanzar una insurrección que ha causado más de 17 mil muertos y 2.5 millones de desplazados.
Al menos 76 personas murieron en estos atentados en Maiduguri, capital del Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, zona fronteriza con Níger, Chad y Camerún donde Boko Haram golpea también de forma recurrente.
El grupo extremista islámico de Nigeria le declaró su lealtad al grupo Estado islámico y quiere recrear un califato islámico sobre una franja de África occidental que abarca la frontera de Nigeria con los vecinos Chad, Camerún y Níger.
Mientras los extremistas avanzan, una ofensiva prometida por soldados de un ejército multinacional de Nigeria y sus vecinos se ha retrasado sin explicación durante meses.
El jefe de la policía de Nigeria advirtió esta semana que Boko Haram construye bombas en iPads, laptops y teléfonos celulares, los cuales abandona para que la gente los recoja.
El inspector general Solomon E. Arase emitió la advertencia mientras anunciaba el jueves que cinco sospechosos eran enjuiciados en una alta corte de Abuya en relación con los dos ataques con bomba en la capital de Nigeria del 2 de octubre, donde murieron 15 personas.