Una decisión que también adoptó por tres días a nivel nacional el mandatario argelino, Abdelaziz Buteflika, quien además ordenó que la oración comunitaria musulmana preceptiva de los viernes se dedique esta semana a las víctimas del siniestro.
El avión, de la clase Iliushin, tenía previsto realizar una escala en la ciudad de Bechar, en el suroeste de ese país.
Desde allí debía llegar antes del mediodía a Tinduf, una área de importante actividad militar al ser fronteriza con Marruecos y albergar desde hace 40 años a la población saharaui expulsada tras la ocupación marroquí de la antigua colonia española del Sahara Occidental.
En el aeropuerto de esa ciudad asomada al desierto, las escenas eran esta mañana de dolor y desesperación, en particular de los familiares y amigos de las víctimas saharauis que habían viajado decenas de kilómetros para recibirlos.
Una sensación de impotencia y abandono que, según dijeron varios de los afectados, se suma a la tragedia de una vida en el exilio “que cada vez es más dura”.
Escenas de drama similares se vivieron en los alrededores de la base área, adonde varias de las familias se acercaron para tratar de conocer el destino de unos seres queridos a los que habían despedido hace pocas horas.
Pasado el mediodía, todavía era visible una densa columna de humo que ascendía junto a la carretera que une Argel con la localidad de Blida, en la que se encuentra la base, y audible el ulular continuo de las sirenas de las ambulancias, los camiones de bomberos y los vehículos de la Policía.
De acuerdo con Protección Civil, en las tareas de rescate participan más de 300 personas, incluidos miembros del ejército argelino, que facilitaron el traslado de los cadáveres para su identificación al hospital de Ain Naadja.
Nada más conocer la noticia, el viceministro argelino de Defensa, el general Gaid Salah -la cartera la ostenta también Buteflika-, interrumpió una visita de dos días a la Segunda Región Militar (oeste) y ordenó formar una comisión de investigación para descubrir las causas de este accidente, informó el ministerio en un comunicado.
“Tras este trágico accidente, el general Gaid Salah expresa sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas y les manifiesta su compasión en esta dolorosa circunstancia”, añadió el ministerio.
Una serie de accidentes
Por el momento no se formuló ninguna hipótesis sobre las causas del accidente.
Varios aparatos de las Fuerzas Armadas argelinas se estrellaron en los últimos años, causando decenas de víctimas.
El más grave de los últimos años ocurrió en febrero de 2014, cuando 77 personas, en su mayoría militares, murieron en el accidente de un Hércules C-130 que sobrevolaba el monte Fortas, cerca de Um El Buaghi, 500 km al este de Argel. Una persona sobrevivió.
En 2016, 12 militares murieron en el accidente del helicóptero en que viajaban en el sur del país, provocado por un problema técnico.
En noviembre de 2014, un caza MiG-25 de la Fuerza Aérea argelina se estrelló durante un entrenamiento a 200 km al sur de Argel. El piloto pudo eyectarse del aparato a tiempo.
En cambio, un mes antes, en la misma zona, el accidente de un Sukhoi-24 causó la muerte de sus dos tripulantes.