Karimi indicó que tres soldados de la Otán resultaron heridos, mientras que el coronel Brian Tribus, un portavoz de la misión de la Otán en Afganistán, Apoyo Decidido, descartó bajas entre sus tropas a causa del atentado, en el que murió el atacante.
Dos horas más tarde, tres insurgentes suicidas atacaron una oficina del Directorio Nacional de Seguridad (NDS,en inglés) situada en la misma zona, una acción en la que murieron un empleado de la agencia y todos los atacantes.
Uno de ellos detonó las bombas que portaba en un autorickshaw, un triciclo motorizado que funciona como taxi, en la entrada del recinto y posteriormente los otros dos trataron de acceder a su interior.
“Pasados pocos minutos los otros dos atacantes suicidas, que también llevaban chalecos con explosivos, fueron abatidos por nuestro personal antes de que pudiesen detonarlos”, explicó el portavoz de la NDS, Haseeb Sediqi.
Karimi indicó que además un empleado de los servicios secretos pereció y otro resultó herido en el ataque.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid reclamó la autoría de los dos ataques en su cuenta de Twitter.
El número de acciones insurgentes ha aumentado en todo ese país desde el comienzo de la tradicional ofensiva talibán de primavera a finales de abril, cuando anunciaron acciones contra intereses extranjeros, fuerzas de seguridad y órganos judiciales.
La Otán puso punto final en el 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, sustituida desde enero por una operación con 4 mil soldados en tareas de asistencia y capacitación, y que será seguida a su término de otra liderada por civiles pero con un componente militar.
Estados Unidos mantendrá desplegados a 9 mil 800 militares hasta final de año como parte de su misión “antiterrorista” en Afganistán, después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, ordenara la ralentización de la salida de las tropas de ese país prevista inicialmente para este mismo año.
