Las autoridades recomendaron a la población permanecer en el interior, “no salir sin sombrero, beber agua” según indicó Tulsi Rani, alto responsable de la unidad de gestión de catástrofes del Estado.
“También hemos pedido a las onegé y a las agencias de Estado que abran lugares de suministro de agua para que toda la población tenga acceso a ella”, añadió.
Una amplia parte del país se ve afectada por esta ola de calor, incluso en la capital Nueva Delhi, donde ciertos pedazos de las calles se funden.
Según The Hindustan Times, la temperatura máxima en Delhi llegó a un máximo en dos años, el lunes, cuando marcó 45,5°C, cinco grados por encima del promedio para la época.
“Nos estamos achicharrando, esta visita se ha convertido en una pesadilla” declara Meena Sheshadri, una turista de 37 años llegada de Pune (oeste), para visitar con sus hijos el India Gate.
“Bebo agua todo el tiempo, pero sigo teniendo la garante seca” asegura.
En el Estado de Telanga, vecino del Andhra Pradesh, 231 personas murieron desde hace una semana, y las temperaturas llegaron a los 48°C durante le fin de semana.
En Orissa (este), 11 personas murieron por la ola de calor. Los servicios meteorológicos indios (IMD) emitieron una “alerta roja” para el martes y el miércoles en este estado debido a que se esperan temperaturas de 45 °C.
En el Bengala occidental (este), 13 personas fallecieron y los sindicatos de taxis aconsejaron a los chóferes que redujeran sus salidas durante la jornada.
Centenares de personas, esencialmente las más pobres, mueren cada verano de calor en India. Decenas de miles sufren además cortes de electricidad debido a una red sobrecargada.
Según The Hindustan Times, las condiciones meteorológicas corren el riesgo de sumir en la sequía a los Estados más afectados por esta ola de calor, antes de la llegada de los monzones.