“Las fuerzas de seguridad tienen un total control de la situación, los atacantes han sido abatidos y los rehenes liberados”, dijo un oficial de policía.
En un comunicado publicado en internet, el EI afirmó que cuatro de sus miembros realizaron el ataque, en el que afirma haber matado o herido a 90 personas.
Este centro comercial ocupa un edificio de cuatro o cinco plantas ubicado en un barrio muy concurrido del este de la capital, cuya población es en su gran mayoría chiita.
Según una fuente del ministerio del Interior, un número indeterminado de hombres armados abrieron fuego en la calle tras la explosión de un coche bomba, y enfrentaron brevemente a las fuerzas de seguridad antes de penetrar en el centro comercial. Al menos uno de los agresores se inmoló activando su cinturón explosivo, añadió.
“Un auto se detuvo, unos hombres armados descendieron del mismo y comenzaron a disparar matando a algunas persona. Hubo muchos muertos”, declaró Salman Husein, un testigo presente en el lugar.
EI reivindica el ataque
Más tarde en la jornada, 20 personas murieron y docenas resultaron heridas en dos ataques con bombas en un café en la ciudad iraquí de Muqdadiyah, ubicada al noreste de Bagdad, según fuentes policiales y militares.
Una bomba estalló en el café y luego, cuando algunas personas acudieron al lugar del incidente, un atacante suicida detonó un vehículo con explosivos, informaron un capitán de la policía y un coronel del ejército.
Ningún grupo se atribuyó en una primera instancia la responsabilidad del atentado, pero que por sus características se señalaba a organizaciones extremistas suníes en Irak, incluido al EI, que posteriormente lo reivindicó.
Inclusive, el EI identificó al kamikaze como Abu Abdalá, de nacionalidad iraquí.
Tras este ataque, las autoridades registraron varios actos incendiarios contra hogares suníes y contra una mezquita por parte de chiitas encolerizados.
El grupo Estado Islámico perpetra regularmente atentados en Bagdad contra civiles chiitas, comunidad -mayoritaria en Irak- a la que considera hereje. El EI controla vastos territorios en el país, al oeste y al norte de Bagdad, tras una fulgurante ofensiva lanzada en 2014.
Sobre el terreno, un bombardeo aéreo de la coalición liderada por Estados Unidos en Irak destruyó este lunes un depósito de dinero utilizado por el EI en la ciudad de Mosul, según informó un oficial del Pentágono.
Dos bombas de dos toneladas hicieron blanco en el lugar, destruyendo “millones” de dólares en efectivo, dijo el oficial, quien solicitó conservar el anonimato.
“Estimamos en millones de dólares (…) provenientes de todas sus actividades ilícitas: petróleo, saqueo, extorsión”, afirmó.
La estrategia de la coalición internacional contra el EI se había centrado en tomar como blanco la infraestructura petrolera, principal fuente de financiación de los yihadistas.