Sin embargo, integrantes de los Chirizos alcanzaron a tres miembros rivales y los mataron a machetazos.
El correccional, localizado en el valle de Támara, alberga cerca de un centenar de infractores menores de 18 años, integrantes de dos de las temidas pandillas que disputan territorios en la capital para la venta de drogas y otros delitos.
Los de la 18 ocupan los edificios, y los Chirizos las tiendas de campaña en las áreas verdes del correccional por disposición de las autoridades que buscan mantenerlos separados.
En febrero recién pasado dos jóvenes de la 18 murieron y cuatro resultaron heridos, según las autoridades, en un enfrentamiento con militares que cuidaban el centro.