Las imágenes fueron tomadas del video de cámaras de vigilancia de al menos cuatro estaciones de la Patrulla Fronteriza y fueron presentadas el miércoles en una demanda contra la Patrulla Fronteriza por las condiciones, descritas como repugnantes, en el sector Tucson de la agencia, que comprende la mayor parte de Arizona.
El grupo National Immigration Law Center y la Unión Americana de Libertades Civiles argumentaron en la corte que las imágenes debían ser publicadas para ayudar a probar las acusaciones de que la Patrulla Fronteriza retiene de manera rutinaria a inmigrantes en celdas extremadamente frías y sucias.
Los abogados del gobierno que representan a la Patrulla Fronteriza pidieron que las fotos y otros documentos se mantuvieran fuera de la vista pública, porque —dijeron— su publicación violaría derechos de privacidad de migrantes y de la Patrulla Fronteriza, y podría suscitar preocupaciones de seguridad.
Los rostros de las personas que aparecen en las fotografías mostradas fueron borrados. Las fotografías publicadas en junio mostraban en las áreas de detención baños mohosos, papel sanitario sucio sobre el piso y fuentes de agua potable descompuestas. Otra imagen publicada el jueves mostró a un niño pequeño gateando sobre el piso de concreto de una celda.
US$3 mil tuvo que pagar de multa un residente de Phoenix a la Patrulla Fronteriza por ofrecer llevar en su vehículo a un indocumentado que encontró en la carretera.
Algunas de las fotografías más perturbadoras mostraban niños sentados alrededor de basura, dijo Nora Preciado, una abogada del National Immigration Law Center. Otras mostraban celdas vacías llenas de colchonetas mientras que otras celdas cercanas tenían gente en ellas, pero no colchonetas.
Las imágenes mostraron también más de 20 apiñados en una celda, cubriéndose con mantas isotérmicas fabricadas de un material extremadamente delgado.
“He visitado muchas instalaciones de detención en mis 11 años como abogada y tengo que decir que la forma en que se ven las instalaciones de la Patrulla Fronteriza es deplorable y repugnante”, comentó Preciado.
La Patrulla Fronteriza emitió un comunicado que no menciona directamente las imágenes, pero insiste en que está “comprometida con la seguridad, protección y bienestar de quienes están en nuestra custodia, especialmente aquellos que son más vulnerables”.
Las instalaciones de detención además son sujetas a inspecciones no anunciadas del Departamento de Seguridad Nacional, agregó el comunicado.
Las celdas mostradas en las imágenes están diseñadas para proporcionar albergue de corto plazo a los detenidos hasta que puedan ser procesados, dijo la agencia.
Los migrantes son normalmente deportados o transferidos a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, la cual tiene centros de detención para plazos más largos.
El juez federal David C. Bury emitió en septiembre del año pasado sanciones contra la Patrulla Fronteriza por destrucción de evidencia de videos de vigilancia relacionados con el caso.
A la coalición que presentó la demanda se le permitió posteriormente inspeccionar y fotografiar cuatro de las ocho estaciones que tienen celdas de detención. Ahora recibe continuamente videos de vigilancia de la Patrulla Fronteriza, como lo ordenó el juez Bury, dijo Preciado.
La demanda fue presentada originalmente en representación de tres inmigrantes que dijeron que fueron retenidos en celdas sumamente frías mientras esperaban ser transferidos.
Se convirtió en una demanda colectiva y los grupos que demandaron han entrevistado a más de 75 exdetenidos que describieron las celdas como asquerosas y carentes de artículos básicos, como camas.
La demanda acusa además a la agencia de control fronterizo de no revisar adecuadamente a detenidos para detectar problemas de salud y de no proporcionar acceso adecuado a tratamiento médico por parte de profesionales.
La Patrulla Fronteriza dijo el año pasado que sus agentes “realizan todos los esfuerzos para asegurarse de que quienes están en nuestra custodia reciban alimento, agua y atención médica según sea necesaria”.
Suben detenciones
Las detenciones de menores sin acompañante y de familias indocumentadas aumentaron en julio, mientras que la tendencia al alza parece ser especialmente consistente entre las unidades familiares durante estos meses de verano, según datos divulgados la semana pasada por la Patrulla Fronteriza.
- Abajo, galería de fotos familias inmigrantes detenidas en la frontera
En julio fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza 5.068 menores sin acompañante, por encima de los 4.809 de junio, aunque por debajo de las cifras registradas en mayo (5.617) y abril (5.173).
Los aumentos parecen más consistentes entre las llegadas ilegales de familias en la frontera sur, ya que los incrementos en las detenciones se mantienen constantes desde el mes de febrero, cuando fueron aprehendidas 3.051 personas, frente al dato de 7.574 detenciones del mes de julio.
En total, en julio fueron detenidos 33.737 inmigrantes que intentaban entrar ilegalmente a Estados Unidos, por debajo de los 34.463 de junio y los 40.349 de mayo.
La tendencia vista hasta esta primera mitad del año es de un aumento general de las llegadas de inmigrantes indocumentados en comparación con 2015 pero por debajo de las cifras de 2014, cuando se produjo una oleada de llegadas desde Centroamérica, especialmente de menores sin acompañantes y familias.
En los meses de mayo y junio de 2014 llegaron a cruzar la frontera entre Estados Unidos y México más de 21.000 menores, lo que desbordó la capacidad de respuesta de la Patrulla Fronteriza y creo una crisis humanitaria, que aún hoy, a menor ritmo, se sigue produciendo.
El Departamento de Seguridad Nacional aseguró en un comunicado que continúan “vigilando las tendencias migratorias y trabajan para disuadir la migración no autorizada, al tiempo que se asegura que las reclamaciones humanitarias legítimas reciben la oportunidad para recibir protecciones”.
Estados Unidos estableció oficinas en Honduras, El Salvador y Guatemala para atender peticiones de asilo, para dar protección a “residentes vulnerables”, al tiempo que aumentó los supuestos en los que los menores pueden recibir asilo.