Esta mujer de 29 años, vestida únicamente con ropa deportiva, aseguró que pasó la noche rezando y pensando en su familia, al tiempo que cavaba un agujero para mantener el calor corporal y se alimentaba con leche materna.
“Seguía arrojando suciedad encima de mí y cada vez que escuchaba algo, gritaba ayuda” , dijo a los periodistas, después que un helicóptero equipado con sensores de calor la hallara el lunes por la mañana.
“Estoy amamantando a mi bebé, así que tomé un poco de mi leche, porque pensé que podría ayudarme a mantenerme activa” , aseguró.
Antes de someterse a un chequeo en el hospital, OBrien mantuvo un emotivo encuentro con su marido Daniel, su hijo de 2 años Jayden y su hija de ocho meses Meisha.