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Por lo general “no se trata de una advertencia tanto para la población en general sino para los sicarios y bandas rivales”, dice una experta citada por Infobae.
Según la publicación, las campañas sanguinarias en las redes sociales han alcanzado parámetros sin precedentes, con los que los carteles de las drogas buscan mostrar su poderío.
Pero, ¿cuándo nació esta práctica de horror?
De acuerdo con el artículo, el precedente de utilizar métodos para infundir el terror podría remontarse a 1980, con los mensajes dirigidos al compañero y mano derecha de Joaquín el Chapo Guzmán, Héctor Palma Salazar, “el Güero Palma”.
“De orígenes modestos, el Güero arrancó su carrera asesina como un sicario más a las órdenes del expolicía y líder del extinto cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo”, dice la publicación de Infobae.
Así, Palma Salazar logró hacer más fuertes los vínculos entre los carteles colombianos y mexicanos.
Pero con este afianzamiento del comercio de droga también surgió una enemistad sin precedentes entre los carteles.
Uno de los episodios que más conmocionó a Latinoamérica fue la muerte de la familia del “Güero Palma”: Su mujer, Guadalupe Lejía, fue cruelmente asesinada por un amigo suyo que se vendió a un cartel rival y su cabeza fue enviada al narcotraficante en una caja refrigerada.
Pero el terror no paró allí. Unas dos semanas más tarde, los dos hijos del Güero fueron lanzados vivos desde un puente, grabación que también le fue enviada al narcotraficante.
Desde entonces, hubo una escalada en el uso de estos métodos, especialmente con la aparición de los sanguinarios Zetas, cuyas decapitaciones, desmembramientos y torturas eran grabadas en video y publicadas en redes sociales.
Al estilo de los terroristas del Estado Islámico, los carteles buscan difundir terror, y en la actualidad es un método recurrente para sembrar miedo.
A estos se suma la falta de leyes y regulaciones para este tipo de publicaciones.
“Para algunos sicarios, la difusión de videos sobre masacres parece ser tan crítica como la preparación de sus armas, debido a que no sólo se viralizan las imágenes, sino también los sentimientos de pánico que las acompañan”, enfatiza el artículo.
Así, las decapitaciones, emboscadas a la autoridad y ejecuciones no sólo quedan grabadas en la vida de quienes las experimentan sino también en los medios masivos y redes sociales, denuncia la publicación.
En este video, el propio cartel Jalisco Nueva Generación compartió un video en redes sociales:
https://www.youtube.com/watch?v=9AQJJXze_DY
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