Con una sonrisa, sostenía una gran pelota de béisbol de papel llena de autógrafos, supuesto regalo del personal médico.
“¡Sí, quiero ir!” , respondió a un periodista que le preguntó si estaba impaciente por volver al colegio. Después de varios minutos de aplausos, su padre lo acompañó hasta un vehículo familiar.
Ayuda psicológica
Sin embargo, y pese a que el niño tiene buen aspecto, algunos expertos en psicología infantil alertan de que Yamato, a quien en las redes sociales niponas se ha bautizado como “el futuro Rambo” por su demostrada capacidad de sobrevivencia, podría necesitar ayuda psicológica para superar el trance.
En las imágenes captadas hoy a su salida del hospital no se aprecian secuelas y, según detalló hoy su padre, “come bien” y se encuentra “en buena forma” .
“Justo después de tener una experiencia traumática de este tipo, los niños intentan olvidarla y tienden a comportarse de una manera alegre. Esto no significa que sean tan resistentes al estrés como aparentan” , explicó a Kyodo la profesora de psicología del desarrollo Naoko Fukaura.
Esta especialista recomendó que el menor reciba a partir de ahora un tratamiento psicológico prolongado, algo que su centro escolar ya ha confirmado.
El pequeño Yamato Tanooka, cuya suerte suscitó la emoción de todo el país, fue descubierto el viernes por la mañana en un campo de entrenamiento militar donde se refugió, a 5,5 km del lugar donde sus padres lo obligaron a salir del automóvil el 28 de mayo, exasperados por su mal comportamiento porque el niño había estado lanzando piedras a la gente y a autos en un río antes ese día.. No comió durante toda la semana, pero sí pudo beber agua de un grifo.
Acompañados por su hija, la pareja aseguró haber vuelto unos minutos más tardes al lugar donde dejaron a Yamoto, pero el pequeño había desaparecido. Alrededor de 200 soldados, bomberos, policías y voluntarios se movilizaron para encontrarlo.
Se disculpan
Padre e hijo se disculparon este fin de semana por la riña familiar que casi termina en tragedia.
Durante una conversación recogida por los medios nipones, el padre, de 44 años, le pidió disculpas al niño por haberle hecho pasar “una mala experiencia” a lo que esté contestó: “Eres un buen papá. Te perdono” .
Además, el pequeño, que fue castigado por sus malas actitudes, reflexionó sobre su comportamiento. “Me equivoqué porque no escuché lo que me dijo mi padre”, reconoció en la intimidad.
Sin embargo, ha sido la conducta de los padres la que ha despertado críticas en la sociedad japonesa, donde se ha abierto el debate en torno a los castigos y la disciplina a la que se puede someter a un menor de edad.
Las autoridades niponas anunciaron la víspera que no presentarán cargos por negligencia contra ellos por abandonar al niño en plena carretera, aunque los servicios sociales sí investigarán si se ha producido algún tipo de maltrato psicológico.