Las muestras fueron analizadas por el Centro de Diagnóstico de Sanidad Animal de la Universidad Cornell y fueron confirmadas en los laboratorios del Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas en Ames, Iowa.
Como medida de prevención toda la zona en donde habitan aves para la comercialización de alimentos quedaron aisladas y se tomó la decisión de sacrificar a los animales cercanos para evitar casos de gripe aviar.
“Serán despobladas para impedir la propagación de la enfermedad”, señaló el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés).
El comunicado destaca para seguridad de los vecinos que esas aves no ingresarán en el sistema alimentario.
Los datos revelan que el virus fue detectado en una granja comercial de pavos, situada en el sur de Indiana, en una parvada de pollos que se comercializan a un restaurante de pollo frito y en otra variedad de aves de patio del norte de Virginia.
Para evitar una ola de contagios entre las aves que podrían afectar la salud humana se tomó la decisión de sacrificar a 15 mil 200 aves de corral, todas de las áreas en donde encontraron el virus en más de algún espécimen.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) enfatizaron que estos casos recientes no representan un peligro para la salud humana.