Los cuerpos congelados de los bebés fueron descubiertos en enero en el apartamento de la mujer en Benndorf, una localidad de 2 mil habitantes en el este de Alemania.
Su pareja en ese momento fue quien dio la señal de alerta.
Tras un embarazo disimulado, la acusada dio a luz en 2004 en su bañera a una niña, a la que metió en una bolsa de plástico y puso, cuando aún estaba viva, en su congelador, según el diario Mitteldeutschland Zeitung.
Cuatro años más tarde actuó de la misma manera tras dar a luz a un niño.
Los dos cuerpos permanecieron en su congelador desde entonces hasta que fueron hallados.
La fiscalía requirió una pena de diez años contra la acusada, quien tiene otros dos hijos. La defensa había solicitado seis años de cárcel.
“Lo que hice es grave. Debo ser castigada por ello”, declaró la acusada ante el tribunal, según el periódico Mitteldeutschland Zeitung.