La pandemia, cuyo origen se ha relacionado al pasaje de un virus desde los animales a los seres humanos, se identificó inicialmente en el Mercado de Mariscos de Huanan de Wuhan en diciembre de 2019.
Más tarde, los expertos estimaron que un ancestro genético del virus surgió a mediados de noviembre de 2019. Un informe en el South China Morning Post que cita datos del gobierno sugirió que un “paciente cero” podría rastrearse hasta el 17 de noviembre.
Sin embargo, el nuevo estudio, que aún no apareció en una revista revisada por pares, señala que “se detectó un fuerte aumento en el volumen a partir de agosto de 2019”, en los estacionamientos del hospital de Wuhan, “que culminó con un pico en diciembre de 2019”.
Debido a que las consultas por la palabra “tos” aumentan en las temporadas anuales de gripe, también buscaron “diarrea” que es un síntoma más específico de la covid-19.
“En agosto identificamos un aumento inusual en las búsqueda de diarrea que no se había visto en las temporadas de gripe anteriores ni se reflejaba en los datos de búsqueda de tos”, dijo el equipo.
Si bien los síntomas respiratorios son el sello de la infección por SARS-COV-2, el estudio sugirió que la diarrea “podría desempeñar un papel importante en la transmisión comunitaria” del virus.
El equipo, dirigido por Elaine Nsoesie, de la Universidad de Boston, analizó 111 imágenes de satélite de Wuhan entre enero de 2018 y abril de 2020 y también buscó síntomas en el buscador chino Baidu.
Los autores concluyeron que aunque no pueden confirmar que los datos que documentaron están relacionados con el virus, apoyan las conclusiones a la que llegaron otras investigaciones.
“Estos hallazgos también corroboran la hipótesis de que el virus surgió de forman natural en el sur de China y que potencialmente ya estaba circulando en el momento de detectarse en Wuhan”, afirmaron.