A su llegada, el presidente dijo “hola” en español a un grupo de feligreses, y recibió una visita guiada a la iglesia.
Estados Unidos y Cuba están cerca de resolver asuntos que permitirían a ambas naciones reabrir embajadas por primera vez desde que Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con la isla en 1961.
La visita del presidente ocurrió un día antes de que expire un período de 45 días para que el Congreso impugne la decisión de Obama de retirar a Cuba de una lista de Estados promotores del terrorismo.
Cuenta regresiva
Cuba hace este jueves la cuenta regresiva para su salida de la lista del Departamento de Estado de Estados Unidos de países que patrocinan el terrorismo, al completarse el viernes el plazo otorgado al Congreso para oponer algún tipo de bloqueo a la medida.
Considerado tácitamente por todas las partes como un paso fundamental para que La Habana y Washington puedan finalmente restablecer sus relaciones diplomáticas, la salida de Cuba de la famosa lista fue notificada por el presidente Barack Obama al Congreso el pasado 14 de abril de este año.
La normativa, no obstante, da al Congreso 45 días para interponer una resolución bicameral que bloquee la decisión ejecutiva, y ese período se extingue irremediablemente el viernes.
Como el Congreso se encuentra esta semana de vacaciones y por lo tanto sin sesiones, las posibilidades de que los legisladores retornen a Washington de emergencia antes de la medianoche del viernes para tratar de este tema son vistas como casi nulas.
Con el vencimiento del plazo legal, el proceso apenas prevé la formalidad de publicación de la medida en el diario oficial estadounidense, el Federal Register, lo que de acuerdo con fuentes diplomáticas deberá ocurrir el lunes.