Hizo alusión así a la intención de Hernández de cambiar la Constitución para permitir la reelección presidencial, prohibida por la ley fundamental que data de 1982.
“Terminó esa era para Honduras y hoy empieza otra: La de construir una democracia a través de un diálogo que la robustezca”, afirmó Biehl. “No impondré las reglas de juego, es el pueblo es el que decidirá y participará en el esfuerzo”.
El presidente aceptó el viernes la propuesta de sus opositores de instalar una comisión internacional en Honduras, similar a la que opera en Guatemala desde diciembre de 2006.
Indignación
La denominada Oposición Indignada, a la que Hernández ha rechazado desde que surgió en mayo pasado, aspira a que un tribunal internacional enjuicie a los involucrados en la corrupción en Honduras, donde 62% de sus 8,6 millones de habitantes vive en la pobreza, por considerar que el gobierno es incapaz de hacer tal cosa.
En Guatemala, un organismo similar de la ONU provocó la dimisión de la vicepresidenta Roxana Baldetti por un sonado fraude en las aduanas y organismos de seguridad social, y mantiene en precario la posición del mandatario Otto Pérez Molina.
Los indignados exigen aclarar lo ocurrido en el Instituto de Seguridad Social, saqueado en más US$300 millones en uno de los mayores escándalos de corrupción del país.