El PSUV logró arrebatarle a la oposición el estado de Miranda (centro-norte) gobernado por el dos veces candidato a la presidencia del país Henrique Capriles, y los estados de Lara (oeste) y Amazonas (sur).
Con el 95,8 % de las actas escrutadas, la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, dijo que los resultados son “irreversibles” y señaló que en estos comicios hubo una participación del 61,14 % del padrón electoral.
El PSUV retuvo además los estados de Apure, Aragua, Barinas, Carabobo, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Monagas, Portuguesa, Sucre, Trujillo, Vargas, Yaracuy.
La oposición por su parte obtuvo el triunfo en los de Anzoátegui, Mérida, Nueva Esparta, Táchira y Zulia.
La coalición de partidos opositores Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había adelantado minutos antes del anuncio oficial del CNE que las cifras que manejaban sus operadores electorales eran “muy distintas” a las que iba a hacer públicas el órgano electoral.
Para la oposición, el Consejo Electoral había tenido un comportamiento sospechoso y diferente al registrado en otras elecciones.
El domingo el chavismo y la oposición venezolana se midieron por las 23 gobernaciones del país, 20 de las cuales habían estado en manos del oficialismo durante los últimos cuatro años.
En diciembre de 2015 la oposición había logrado una victoria contundente al derrotar al oficialismo en las elecciones legislativas y obtener 112 diputados del total de 167.