El diálogo: la pólvora
Las diferencias en la MUD se agudizaron tras el inicio de un diálogo con el gobierno, el 30 de octubre, para superar la crisis. Las conversaciones fueron rechazadas por 16 de los 29 partidos de la coalición.
Voluntad Popular (VP) , del encarcelado Leopoldo López, considera que el gobierno usó las negociaciones para enfriar las protestas por la suspensión del proceso de referendo revocatorio contra Maduro. Su reactivación fue exigida en la mesa de negociaciones, sin éxito.
“El diálogo puso en evidencia duros desacuerdos internos en materia estratégica (…) Si la MUD no resuelve esto, corre el riesgo de que las fisuras se conviertan en fracturas irreversibles” , señaló Magdaleno.
La oposición congeló las conversaciones que auspician el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) , al acusar al gobierno de incumplir lo pactado.
Su principal exigencia era concertar una salida electoral a la crisis, a través del revocatorio o del adelanto de las elecciones presidenciales de 2018.
Los acercamientos le pasaron factura a la MUD. Desde su inicio, el apoyo a la coalición cayó de 45% a 38%, según la firma Keller y Asociados. Sin embargo, duplica al del chavismo.
Granada fragmentaria
Varias granadas han explotado dentro de la MUD, en palabras de Torrealba.
La más reciente, el pasado jueves, cuando la mayoría Legislativa no logró reunir los diputados necesarios para nombrar a dos rectores del Poder Electoral, al que considera parte del chavismo.
Es “una granada fragmentaria que destruye la unidad” , denunció el secretario de la MUD.
Los dos rectores habían sido designados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) , que tiene maniatado al Parlamento con una declaratoria de “desacato” .
“La MUD atraviesa una crisis funcional. Salta a la vista cómo las diferencias están a la orden del día y cómo en vez de aprovechar momentos para acompañar a la población en esta crisis, libra una guerra de culpas” , dijo a la AFP el politólogo Édgard Gutiérrez.
Varios partidos propusieron retomar la ofensiva contra Maduro desde el Parlamento y las calles. El pasado martes la Asamblea declaró la “responsabilidad política” del presidente en la crisis, pero la decisión fue anulada por el TSJ.
El viernes la MUD realizó dos “encerronas” -reuniones secretas- para debatir su crisis. Pero de momento, no ha difundido ningún plan estratégico.
“La MUD debe salir de nuevo a persuadir, entusiasmar y movilizar a sus seguidores y avanzar en una ruta de presión y acción política usando su activo más importante: una población descontenta y hambrienta de cambio”, destacó Gutiérrez.