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Ortega no estará en reanudación del diálogo para saldar crisis de Nicaragua

El presidente Daniel Ortega no estará este viernes en la reanudación del diálogo nacional para superar la crisis sociopolítica que ha dejado al menos 161 muertos en Nicaragua, según informó este jueves la Presidencia de la República.

Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo (d), posan después de votar en las elecciones donde gano la reelción. (Foto HemerotecaPL).

Daniel Ortega, y su esposa, Rosario Murillo (d), posan después de votar en las elecciones donde gano la reelción. (Foto HemerotecaPL).

En lugar de Ortega, el delegado por el Gobierno en el diálogo con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, será el canciller Denis Moncada, afirmó la vicepresidenta Rosario Murillo, a través de medios del Gobierno.


“Estamos confirmando, ratificando, a nuestro pueblo y a las queridas familias de Nicaragua, que ahí estará la delegación del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, presidida por el compañero canciller Denis Moncada”, dijo la también primera dama, la tarde de este jueves.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que actúa como mediadora, citó al diálogo para mañana viernes, tras haberlo suspendido el 23 de mayo pasado, debido a la negativa de Ortega a tratar el tema central, que es la “democratización” de ese país.


La CEN emitió la cita luego de haber recibido una respuesta de Ortega a una carta en la que los obispos le pedían volver al diálogo para tratar la “democratización”, a lo que se ha negado, debido a que significa su salida del poder.
Ortega no ha regresado a la mesa de diálogo desde que en la inauguración un grupo de estudiantes universitarios lo encararon y se refirieron a él como a un asesino.
Ortega es señalado por diversos sectores de la población y por organizaciones humanitarias nacionales e internacionales como el responsable de al menos 154 muertos y más de  1 mil 300 heridos en manifestaciones en su contra, lo que incluye “ejecuciones extrajudiciales”, según el movimiento Amnistía Internacional.

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Nicaragua vive la crisis sociopolítica más sangrienta desde los años de 1980, con Ortega también como presidente.
Las protestas contra Ortega y Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción. 

Rechazarán elecciones anticipadas si Ortega sigue en el poder

Los universitarios nicaragüenses que comenzaron las protestas antigubernamentales hace dos meses mantendrán su exigencia de que el presidente, Daniel Ortega, renuncie “inmediatamente” y que sea una “junta de gobierno transitoria” la que convoque elecciones, dijo uno de sus líderes.


Los medios locales publicaron que Ortega, caracterizado por su discurso antiimperialista, comunicó a un delegado del Senado de Estados Unidos que estaría dispuesto a adelantar las elecciones pero no a abandonar el poder, algo que para Víctor Cuadras, líder estudiantil y miembro de la coalición opositora que negocia con el Gobierno, es “inaceptable”.
“Queremos su renuncia inmediata y que acepte la instalación de una junta de gobierno transitoria, mientras se realizan las reformas constitucionales que todos estamos pidiendo y que nos permitirán convocar elecciones libres”, afirmó el joven durante una entrevista telefónica.
Cuadras aseguró que si los comicios se convocan bajo el liderazgo de Ortega habrá “irregularidades” electorales, independientemente de que haya observadores internacionales, “como ha ocurrido desde 2007”, cuando el exguerrillero de 72 años volvió al poder después de haber dirigir la revolución sandinista unas décadas atrás.

“Se ha escuchado también que es posible que Ortega sacrifique la cabeza de Rosario Murillo (su esposa y vicepresidenta) con tal de continuar en el poder, pero tampoco es viable. Los dos han hecho tanto daño que es imposible continuar soportándolo”, declaró.

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El joven forma parte de la denominada Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la plataforma que aglutina a los universitarios, el sector privado, los campesinos y las organizaciones civiles, y que este viernes reanudará el diálogo con el Gobierno, suspendido desde mediados de mayo por falta de acuerdo sobre la salida a la crisis.


La Conferencia Episcopal, que actúa como mediadora, le planteó el pasado 7 de junio a Ortega una hoja ruta para poner fin al conflicto y mañana dará a conocer la respuesta que le dio el presidente, que no acudirá al diálogo y que enviará a su canciller, Denis Moncada.
Ortega no ha vuelto a la mesa de diálogo desde su instalación, el 16 de mayo, cuando otro líder estudiantil, Lesther Alemán, le llamó asesino a la cara y le responsabilizó de todas las muertes.
“Aún nos queda un resquicio de esperanza. Mañana es un día decisivo en el que se desvelarán todas la cartas. Si no se logra nada, tendremos que aumentar nuestra resistencia civil”, indicó Cuadras, quien tiene 25 años y estudia cuarto año de Ingeniería Química en Managua.
Cuadras dijo que el respaldo “masivo” al paro nacional convocado por la plataforma opositora es una muestra de esa resistencia pacífica y de la “inconformidad del pueblo con el desgobierno de Ortega”.
Las principales ciudades de ese país, incluida la capital, lucieron este jueves desérticas, aunque la violencia se recrudeció a las afueras de Managua, especialmente en las localidades de Masatape, Tipitapa y Jinotepe, donde los manifestantes mantienen barricadas, que son atacadas por paramilitares por las noches.
“Ya no podemos aguantar más derramamiento de sangre ni más hermanos secuestrados, golpeados y torturados. Exigimos que las fuerzas paramilitares y que la policía vestida de civil pare de matar al pueblo. Aunque hemos perdido los focos del mundo y la atención ahora está en el Mundial y en Corea del Norte, vamos a seguir alzando la voz”, concluyó líder estudiantil. 

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