Otros diez demócratas del Congreso han urgido este viernes al presidente estadounidense, Joe Biden, que ponga fin a su campaña de reelección y “pase el testigo” para que un líder más joven pueda enfrentarse al exmandatario Donald Trump (2017-2021) en las elecciones de noviembre.
Con estos diez demócratas, se eleva a 35 el número de miembros del Congreso que piden la retirada de Biden, lo que constituye más del 13 % de los miembros de la Cámara Baja y del Senado que conforman la bancada demócrata. De los 35 que protagonizan la revuelta, 32 son legisladores y 3 senadores.
El primero en pedir la retirada de Biden este viernes fue Sean Casten, de Illinois, quien en una columna de opinión en el diario Chicago Tribune titulada ‘Es hora de pasar el testigo’ afirmó que, aunque le “rompía el corazón decirlo”, tenía que declarar que el presidente “ya no está a la altura del cargo”.
Poco después, en un comunicado conjunto, otros cuatro demócratas exhortaron a Biden también a “pasar el testigo a una nueva generación de líderes demócratas“.
Aunque expresan su “gran admiración” por Biden, argumentan que hay que “enfrentar la realidad” de que existe preocupación entre el público sobre su “edad y aptitud” para gobernar durante otros cuatro años y vencer a Trump en noviembre.
“Creemos que lo más responsable y patriótico que puede hacer en este momento es retirarse como nuestro candidato mientras continúa liderando nuestro partido desde la Casa Blanca“, afirman en el comunicado.
Entre los legisladores que firman el comunicado figura el afroamericano Marc Veasey, representante de Texas y el primer miembro del Caucus Afroamericano en dar la espalda a Biden, abriendo una grieta en lo que ha sido el bloque de apoyo más sólido del presidente en el Congreso.
También suscriben la carta el hispano Jesús ‘Chuy’ García, nacido en Durango (México) y miembro del caucus hispano, así como Marc Pocan, de Wisconsin, y Jared Huffman, de California, aliado de una de las legisladoras de ese estado, la influyente Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes.
Posteriormente, el senador Martin Heinrich, de Nuevo México, instó a Biden a “pasar el testigo” para permitir que el partido se una en torno a un candidato capaz de vencer a Trump, convirtiéndose así en el tercer miembro del Senado en pedir la retirada del presidente.
A su voz se sumó poco después la de la representante Zoe Lofgren, de California, aliada también de Pelosi, quien hizo pública una carta que había enviado a Biden la noche del jueves y en la que avisaba que Estados Unidos pagará un “precio terrible” si no pone fin a su campaña.
La legisladora Kathy Castor, de Florida, urgió a Biden a “pasar el testigo” en declaraciones a la televisión local WFLA, mientras que el demócrata Greg Landsman, de Ohio, afirmó en la red social X que “hay demasiado en juego” en las elecciones para que Biden continúe como el candidato demócrata.
Mientras tanto, la representante Betty McCollum, de Minnesota, se unió en un comunicado al coro que pide a Biden que ponga fin a su campaña, pero fue un paso más allá al expresar su respaldo para que la vicepresidenta, Kamala Harris, opte a la Presidencia y sugirió que su compañero de fórmula podría ser el gobernador de Minnesota, Tim Walz.
Este goteo de legisladores incrementa la presión sobre Biden, quien ha visto en las últimas horas cómo flaquea su apoyo entre figuras clave del partido. Según informó ayer The Washington Post, el expresidente Barack Obama (2009-2017) ha manifestado a su círculo cercano que Biden debería “reconsiderar seriamente” el futuro de su candidatura.
El llamamiento para que Biden se retire surgió después del debate del 27 de junio contra Trump, en el que el mandatario, que con 81 años es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos, proyectó una imagen envejecida y tuvo dificultades para concluir algunas frases.