La llegada de los nuevos papeles se produce además en un momento delicado en ese país, tras la detención esta semana en Colombia del empresario Nidal Waked, miembro de una de las familias más acaudaladas en Panamá, a quien Estados Unidos acusa de ser uno de los mayores operadores mundiales en el blanqueo de dinero del narcotráfico.
La detención de Nidal implicó el congelamiento de los haberes del grupo familiar, que emplea a más de cinco mil personas en Panamá.
La Cámara de Comercio Industrias y Agricultura de Panamá dijo en un comunicado este domingo que la situación ha “conmocionado al país” y que se necesita una “pronta aclaración para aliviar cualquier repercusión que pueda tener” , al tiempo que instó a “proteger la integridad del mercado y el centro bancario internacional” .
Las inquietudes por la imagen de Panamá tras los escándalos y por las nuevas publicaciones también llegaron al gobierno.
“Estamos muy preocupados porque la reputación del país no se vea afectada por esta situación” , manifestó el ministro de Gobierno, Milton Henríquez, al Canal TVN-2.
Mossack Fonseca ha tratado de impedir la publicación de los documentos y amenazó al ICIJ con “futuras acciones legales” , al considerar que los medios de comunicación se “han alimentado de información robada de nuestro sistema para difundir noticias fuera de contexto y afectar nuestra reputación” , según un comunicado del bufete.
Esta nueva difusión de los “Panama Papers” se produce tras una ofensiva diplomática del gobierno de Juan Carlos Varela para defender el centro financiero del país y en el marco de la cual se ha comprometido a continuar las reformas de su sistema financiero para luchar contra el blanqueo de capitales.
El sábado, la Superintendencia de Bancos de Panamá llamó a la calma ante múltiples especulaciones y afirmó que la situación del sistema bancario del país era “sólida” y “segura”.