“Es una JMJ no solo de Panamá, sino de toda la región centroamericana. Una región en la que los jóvenes están sufriendo mucho y en este sentido el mensaje del papa para los jóvenes no solo es para los panameños, sino también para todos los pueblos de la región”, señaló el director interino de la oficina de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.
Francisco, resalta Gisotti, “tendrá dos momentos especiales: la visita a la cárcel de Pacora, donde mostrará cómo la misericordia vence al mal, y donde el pontífice llevará consolación y esperanza, allí donde hay dolor y sufrimiento”.
“El otro momento será cuando el domingo visite el Hogar del Buen Samaritano, donde se encontrará con jóvenes afectados por el virus del VIH, esto demuestra la voluntad del papa de estar cerca a las periferias existenciales”.
Otro de los temas que surgirán seguramente en los diez discursos que pronunciará Francisco en estos cuatro días será el de la migración, pues como recordó el portavoz vaticano, “muchos de los jóvenes con los que se encontrará son inmigrantes”, pero también el de la defensa de la ecología y las comunidades indígenas.
La visita del papa, que vuelve a Latinoamérica después de su viaje a Chile y Perú de hace un año, comenzará el miércoles con el recibimiento en el aeropuerto de Tocumen donde se prevé que cerca dos mil personas le darán la bienvenida con cantos y bailes.
La agenda oficial comenzará el jueves con la visita de cortesía al presidente de la República, Juan Carlos Varela, en el llamado Palacio de Las Garzas.
Tras este encuentro privado, Francisco se dirigirá al palacio Bolívar, sede del ministerio de Relaciones Exteriores, donde pronunciará su primer discurso a las autoridades, el cuerpo diplomático y representantes de la sociedad civil.
Después el pontífice se trasladará a pie hasta la cercana Iglesia de San Francisco de Asís donde se reunirá con los obispos de los siete países de América Central (Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y Belice), unos 80 prelados, incluidos varios eméritos.
Será la ocasión para el papa Francisco de repasar algunos temas que preocupan a la región, comenzando por la situación política en Nicaragua y de violencia y pobreza en Honduras.
Por la tarde se celebrará el primer acto de la JMJ, la ceremonia de bienvenida en el Campo Santa María la Antigua.
El viernes, como explicó el portavoz del vaticano, será el día de “dolor”, con la visita del papa al centro de Cumplimiento de Menores en la localidad de Las Garzas de Pacora para presidir una liturgia penitencial con jóvenes privados de libertad.
Por primera vez, el papa realizará la liturgia penitencial en una cárcel y confesará a algunos de los menores reclusos.
Por la tarde, se celebrará el tradicional Via Crucis, con la cruz que confió a los jóvenes Juan Pablo II y durante más de 30 años desde el nacimiento de la JMJ recorre el mundo.
El tercer día del pontífice argentino en la ciudad de Panamá tendrá tres eventos: la misa con la dedicación del altar de la basílica de Santa María la Antigua, el almuerzo con 10 jóvenes en representación de los cinco continente y de Panamá en el Seminario Mayor de San José, y la vigilia con jóvenes en “Campo San Juan Pablo II”.
En el área del Parque Metropolitano, llamado “Campo San Juan Pablo II” tras la visita del papa polaco en 1983, se celebrará la vigilia donde Francisco escuchará los testimonios de una madre, de un joven exdrogadicto y de un palestino.
El último día comenzará con la misa con la que concluirá la JMJ a las 7 hora de Guatemala y en la que está previsto que acudan los mandatarios, además de Panamá, de Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica y Colombia.
También se espera la presencia del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, ya que se ha conocido por algunos medios que será en este país donde se celebrará la próxima JMJ.
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