La prensa denunció que en el portal Mercado Libre se ofrecían boletos, cuyos precios podían alcanzar en algunos casos el equivalente de US$20.
El coordinador de la visita del papa, Alfonso Grados, recordó que las entradas no tienen precio y que incluso quienes no tengan una podrán ingresar a la base aérea de Lima sin ningún problema.
A su regreso de la Amazonía la tarde del viernes, Francisco tendrá un encuentro en Lima con sacerdotes jesuitas -su congregación- y una reunión con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien lo acompaña en su visita a Puerto Maldonado.
El sábado, el papa visitará la ciudad norteña de Trujillo y el domingo cerrará su visita a Perú con una misa multitudinaria en una base aérea de Lima.
El papa deplora las amenazas a la Amazonia
Tras deplorar las “hondas heridas” de la Amazonia y de sus pueblos, el papa Francisco afirmó el viernes que el pulmón verde del planeta nunca ha estado tan amenazado como ahora, en su visita a la remota región selvática de Perú.
“Probablemente los pueblos amazónicos originarios nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora”, dijo el pontífice en un encuentro con unos 3 mil 500 indígenas peruanos, brasileños y bolivianos en Puerto Maldonado, en su segundo día de visita a Perú.
“Vemos las hondas heridas que llevan consigo la Amazonia y sus pueblos. Y he querido venir a visitarlos y escucharlos, para (…) reafirmar una opción sincera por la defensa de la vida, defensa de la tierra y defensa de las culturas”, añadió el papa argentino en un coliseo deportivo en capital de la región amazónica de Madre de Dios.
Daños ambientales, deforestación, contaminación de ríos, pobreza, trata de personas y prostitución enfrentan las comunidades aborígenes, que pidieron ayuda al papa para resolver los problemas que los agobian.
“Le pedimos que nos defienda”, pues “los nativos somos sobrevivientes de muchas injusticias”, dijo en un discurso Yésica Patiachi, representante del pueblo amazónico Harakbut.
“No tienen en cuenta al ser humano”
El papa llegó desde Lima poco después de las 10H00 locales (15H00 GMT) a Puerto Maldonado, una remota ciudad de casi 100 mil habitantes, el último punto urbano de Perú antes de adentrarse en la selva amazónica, cerca de las fronteras con Brasil y Bolivia.
Francisco, un ferviente defensor del pulmón verde del planeta, enfrentó reclamos de las comunidades y de ambientalistas preocupados por la explotación salvaje de los recursos naturales, un día después de cerrar una gira por Chile llena de controversias por los abusos sexuales en la Iglesia y los conflictos indígenas.
Sin embargo, el pontífice también alertó que hay programas de conservación de la naturaleza que tampoco tienen en cuenta las necesidades de los pueblos amazónicos.
“La amenaza contra sus territorios también viene por la perversión de ciertas políticas que promueven la 'conservación' de la naturaleza sin tener en cuenta al ser humano”, expresó, y también criticó los programas de esterilización de mujeres, que en Perú se practicaron durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000).
En Chile, primera etapa de su sexta gira a la región, el papa multiplicó las declaraciones de contrición por el silencio de la Iglesia ante los abusos sexuales del clero, aunque defendió a un obispo acusado de encubrirlos, lo que enfureció a las víctimas.
El tema de la pederastia en la Iglesia también ronda en Perú, aunque no se prevé que empeñe la visita papal como en el vecino país: el Vaticano intervino hace unos días al grupo laico peruano Sodalicio de Vida Cristiana, cuyo fundador Luis Fernando Figari y otros tres dirigentes están acusados de abusos sexuales.
Minería, factor “crítico”
Puerto Maldonado es la capital de la minería ilegal de Perú, que genera utilidades por 1.000 millones de dólares anuales, pero no deja beneficios a los pueblos aborígenes ni al fisco, que pierde la recaudación de unos 350 millones de dólares al año en impuestos, según cifras oficiales.
Por eso la comunidad Ese Eja Palma Real regaló simbólicamente a Francisco un arco y una flecha para que los defienda.
“En el sur de Perú, la actividad minera es el factor más crítico” de la deforestación, asegura Matt Finer, director del proyecto Maap (control de los Andes amazónicos), formado por dos asociaciones ecologistas, una local y otra estadounidense
Gracias a los satélites y a los drones, Maap ha publicado en internet en tiempo casi real la destrucción de la Amazonía, que se aceleró en 2017 con un récord de 20.000 hectáreas devastadas, el equivalente a 28.500 campos de fútbol.
Además, los mineros utilizan mercurio para amalgamar el oro, lo que contamina los ríos y mata a los peces.
La Amazonía, que cubre un tercio del territorio peruano, es tan extensa y tan remota que no hay presencia del Estado, lo que facilita el delito.
En el primer semestre de 2017 se reportaron en Madre de Dios más de un centenar de casos de prostitución infantil y la zona lidera el ránking de la trata de personas en Perú, según la fiscalía.
Muchas aldeas solo son accesibles por vía aérea o fluvial. La única carretera que une esta región con la costa fue construida por la empresa brasileña Odebrecht -centro de un escándalo de corrupción que abarca a varios países de América Latina- y es objeto de una investigación por pagos de sobornos.