También formaron parte del grupo tres mujeres, un ciudadano argentino y otro albanés, y el resto eran italianos, informó el Vaticano.
La prisión alberga sobre todo a antiguos mafiosos que accedieron a cooperar con las autoridades para ver reducidas sus penas. Al 1 de abril albergaba a 70 presos.
La ceremonia de lavado de pies recuerda el gesto que según la tradición cristiana tuvo Jesucristo con sus 12 apóstoles antes de la Última Cena como muestra de humildad. Otros años, Francisco realizó el acto en una prisión juvenil, un centro de discapacitados, una prisión de alta seguridad y un centro de acogida de refugiados.
Dos de los 12 presos que participaron del ritual cumplen sentencia de por vida, mientras que los otros serán liberados entre 2019 y 2073. Los detenidos recibieron al papa con regalos hechos por ellos mismos, como vegetales de su huerta orgánica, una cruz de madera y pasteles, entre otras cosas.
Poco antes, el pontífice había lanzado un llamamiento a la paz. “La violencia no es la cura para nuestro mundo resquebrajado”, dijo en una entrevista al diario “La Reppublica”.
“A mí solo me queda desear con más fuerza la paz para este mundo, que está subyugado por los comerciantes de armas que ganan dinero con la sangre de los hombres y las mujeres”, afirmó el papa poco antes de comenzar la celebración de la Pascua.
Según el líder de la Iglesia católica, no es fácil determinar si el mundo actual es más violento que antes o si los medios de comunicación modernos y la movilidad crean una mayor consciencia sobre la violencia o hacen que la gente se acostumbre a ella.
“Todos podemos cometer errores. Todos ya nos hemos equivocado de una manera u otra”, dijo el papa argentino a “La Reppublica”.
“Cuando estoy delante de un preso, me pregunto por ejemplo: ¿por qué él y no yo? ¿Yo valgo más que el que está dentro? ¿Por qué cayó él y no yo? Este es un misterio que me hace acercarme a ellos”, agregó.
La Semana Santa llegará a su punto álgido el domingo cuando se celebra la resurrección de Jesucristo el día de Pascua, según la tradición cristiana.
El viernes Francisco presidirá la tradicional procesión del Via Crucis, que reproduce el camino que siguió Jesucristo hasta su crucifixión y liderará la vigilia de Pascua del sábado.
La seguridad en el centro de Roma será reforzada el viernes durante la procesión desde los Foros Imperiales hacia el Coliseo. Los vehículos no podrán acceder a la zona y la estación de metro del Coliseo estará cerrada.
