Este nuevo disparo, más de dos meses después del último, es un desafío a los esfuerzos diplomáticos del mandatario tras su gira por Asia, que tuvo el objetivo –en sus palabras– de “unir al mundo contra la amenaza que supone el régimen norcoreano”.
Hace además una semana que Washington volvió a incluir a Pionyang en la lista de países que patrocinan el terrorismo.
El mandatario estaba visitando el Congreso en el momento del lanzamiento y “fue informado sobre la situación en Corea del Norte mientras el misil aún estaba en el aire”, explicó su portavoz, Sarah Sanders.
El Pentágono informó de su lado haber detectado “hacia las 18.30 GMT (…) un probable disparo de misil proveniente de Corea del Norte”.
Seúl efectuó a su vez “un disparo de precisión” de un misil como respuesta, según la agencia de información surcoreana Yonhap.