López Obrador se refirió así al accidente del pasado sábado en el que estuvieron involucrados un autobús y un camión que trasladaba un contenedor de combustible, lo que provocó que las unidades se incendiaran y se diera la tragedia en la que 18 personas murieron.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, el autobús de pasajeros, que iba al tope de su capacidad, chocó contra el tráiler de doble remolque que transportaba un material químico inflamable llamado varsol, una mezcla de hidrocarburos alifáticos derivados del petróleo.
El impacto, según las autoridades, se produjo por el posible desprendimiento del contenedor cargado de un químico, que era transportado a Ciudad Victoria, mientras que el camión de pasajeros se desplazaba a territorio de Nuevo León.
Se presume que por el impacto surgió la explosión que desencadenó un incendio del que no pudieron escapar los usuarios de la unidad.
Aunque las autoridades no dieron información sobre el origen de las personas que estuvieron involucradas en el accidente, López Obrador afirmó que todos eran migrantes.
Este accidente refleja la situación que vive la región donde hay un flujo migratorio récord a Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ha interceptado a más de 1,7 millones de personas en lo que va del año fiscal 2022, que inició en octubre pasado.
Además, México recibió un récord de más de 58.000 solicitudes de refugio en la primera mitad de 2022, un incremento anual de casi 15 %, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar).