“Tenemos fuertes indicios de que (Zelada) recibió valores por la celebración de contratos por el alquiler de sondas, un área en la que tenemos indicios desde hace mucho tiempo que era muy importante para la investigación de corrupción porque son valores que alcanzan los US$500 mil a un US$1millón por día”, dijo el procurador Carlos dos Santos Lima en una rueda de prensa.
El fiscal señaló que ya había unos 10 millones de euros bloqueados en esta causa y que habían detectado nuevos movimientos de fondos desde Suiza hacia Mónaco e incluso China.
Zelada es el cuarto exdirector de Petrobras arrestado en esta megacausa, además de los presidentes de las constructoras Odebrecht y Andrade Gutierrez y el extesorero del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda). Al igual que los otros detenidos será trasladado a Curitiba, capital de Paraná, donde quedará a disposición de la Justicia.
Los otros exdirectores detenidos son Néstor Cervero, exjefe del área internacional (como Zelada), condenado a 5 años de prisión por lavado de dinero; Renato Duque, exdirector de servicios, y Paulo Roberto Costa, exdirector de abastecimiento y una figura clave cuyos testimonios fueron vitales para que la fiscalía descubra cómo funcionaba la red.
Costa, junto con Pedro Barusco, un exgerente de servicios que confesó públicamente haber acumulado casi 100 millones de dólares en sus cuentas en Suiza, están colaborando a cambio de la reducción de sus sentencias.
La confabulación de empresarios, directivos de la petrolera y políticos costó más de 2.000 millones de dólares en pérdidas a Petrobras, de acuerdo con el balance 2014.
Según la fiscalía, 16 empresas formaron un “club”, entre ellas las constructoras Odebrecht y Andrade Gutierrez cuyos presidentes también fueron encarcelados, para definir quién ganaría cada licitación y a qué precio. Las cotizaciones recibían el visto bueno de los directivos de Petrobras, que cobraban sobornos de entre 1% y 3% del valor de los contratos y luego distribuían parte de lo recaudado a partidos políticos.
millones de dólares en pérdidas para Petrobras solo en 2014, representó la confabulación de empresarios, directivos de la petrolera y políticos.
La causa es conocida también como “Operación Lava Jato (lavadero de autos), nombre que las autoridades dieron al primer proceso que destapó el escándalo, y tiene bajo investigación a más de 30 legisladores y a dos gobernadores en funciones.
Recientemente, la presidenta Dilma Rousseff negó haber recibido fondos ilegales de Petrobras para su campaña 2014, luego de que se filtrara a la prensa local la supuesta confesión del empresario de la construcción Ricardo Pessoa, que trabajó con Petrobras.
Pessoa, que está detenido, habría detallado ” cómo financió campañas al margen de la ley”, según publicó la revista Veja.