“Con los equipos tácticos hemos intervenido en busca de los principales sujetos que han estado amenazando a la población y que por temor a ellos muchas familias se han retirado” desde la semana anterior, acotó Bonilla.
Explicó, sin entrar en detalles, que entre los detenidos se encuentran pandilleros y colaboradores de estos, que serán acusados ante los tribunales por los delitos de organizaciones terroristas y extorsión.
En días previos a este éxodo, 40 familias de la localidad de Panchimalco dejaron sus casas por las amenazas de muerte de estas estructuras.
El lunes, el director de la Policía, Howard Cotto, aseguró que las personas desplazadas forzosamente de sus hogares que no regresan luego de brindar seguridad a sus pueblos, tienen vínculos con las pandillas.
“La mayoría de personas ha regresado” y quienes no lo hacen son “los que saben y conocen que dentro de sus familias tienen miembros de organizaciones criminales que han sido amenazados”, dijo Cotto a la prensa.
El jefe policial aseguró que los integrantes del cuerpo de Seguridad no son “simples espectadores” en los éxodos forzosos y ejemplificó con el despliegue de 200 agentes que proporcionaron seguridad en Panchimalco después de la huida de 40 familias.
Diferentes organizaciones sociales han criticado al Ejecutivo del presidente Salvador Sánchez Cerén de no reconocer ni atender a las víctimas del desplazamiento forzado.
Un estudio publicado a inicios de agosto por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) da cuenta de que esta institución recibió, entre el 2014 y el primer trimestre del 2016, un total 236 casos que acumulan 427 víctimas.
En el 86.6% de las ocasiones los desplazamientos fueron propiciados por las “amenazas, homicidio de un familiar o reclutamiento forzoso” de las pandillas.
El Gobierno salvadoreño libra una “guerra” contra estas estructuras, que son acusadas de mantener los índices de homicidios que sitúan al país como uno de los más violentos del mundo.
Entre enero y agosto pasados, El Salvador acumuló tres mil 837 asesinatos, con los que se sitúa al 2016 como el segundo año más violento desde el 2006, solo superado por el 2015.
El número de personas que ha tenido que huir de sus hogares en El Salvador, Guatemala y Honduras se multiplicó por cinco entre el 2012 y el 2015, hasta 109 mil 800 personas, alertó en junio pasado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.
Más violencia
En tanto, los cadáveres de dos menores de edad y un adulto fueron encontrados el lunes en “estado de putrefacción” en el central departamento de San Vicente, informó la Fiscalía de El Salvador
Las víctimas del triple homicidios fueron identificadas como Juan E. y César J., ambos de 17 años y Juan Carlos Hércules, de 23, indicó la fuente, que no detalló las circunstancias del hecho o si está relacionado con el accionar de las pandillas.