Las placas tectónicas son como enormes planchas de roca. Éstas pueden chocar a cientos de metros debajo de la superficie terrestre. Eso se debe a que nuestro planeta no es una esfera maciza. Tiene un centro, llamado núcleo, rodeado de varias capas.
La más externa, apenas por debajo de la tierra que pisamos, está formada por varias placas que se mueven. Pueden entonces chocar o superponerse una a la otra.
Al entrar en contacto una placa contra la otra, se acumula una enorme energía. Cada una quiere avanzar en el sentido contrario de la otra y no puede.
Es como si dos toros o dos ciervos empujaran cabeza contra cabeza en una pelea. Durante bastante tiempo pueden estar haciendo fuerza sin moverse del lugar.
Pero, ¿qué pasaría si uno de ellos diera un pequeño paso hacia el costado? Saldrían probablemente los dos impulsados por la fuerza que habían acumulado. Si estuvieras parado al lado de ellos, seguramente te lanzarían al suelo. Lo mismo ocurre con las placas tectónicas.
Liberación de energía
Cuando las placas chocan de forma muy violenta, liberaron mucha energía. Eso es lo que en la superficie de la Tierra ocasionó los recientes terremotos.
Ecuador y Japón se encuentran además en una zona conocida como “Cinturón de Fuego”, que bordea las costas del océano Pacífico y que incluye a numerosos países. En esta zona no sólo hay distintas placas tectónicas que chocan unas con otras, sino también muchos volcanes. Allí se producen la mayoría de los terremotos que sacuden la Tierra.
Ecuador y Japón, donde en los últimos días se produjeron fuertes terremotos, se encuentran en el denóminado “Cinturón de Fuego” del Pacífico, aunque según el Centro de Investigación Geológica de Potsdam (GFZ) no hay relación entre estos dos sismos.
Costa occidental de Amércia del Sur
En el “Cinturón de Fuego”, que tiene forma de herradura, se encuentran la mitad de los volcanes activos del mundo. Abarca desde la costa occidental de Amércia del Sur hasta el sudeste asiático, pasando por la costa oeste de Estados Unidos, Rusia y Japón.
A lo largo del “Cinturón de Fuego” está el punto de encuentro de varias placas tectónicas, lo que provoca desplazamientos que pueden tener como consecuencia erupciones volcánicas, terremotos y tsunamis. Se trata de la región más peligrosa del mundo desde el punto de vista geológico y en ella se producen el 90 por ciento de los terremotos.
Según el GFZ de Potsdam, actualmente “no hay ninguna otra actividad sísmica elevada, aparte de las réplicas de terremotos tan fuertes” como los de Japón y Ecuador.
El “Cinturón de Fuego”, con forma de herradura, abarca a una gran cantidad de países americanos, tales como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Honduras,Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México,EE.UU. y Canada.
El terremoto más fuerte registrado hasta ahora en el mundo ocurrió en Chile. Tuvo lugar en 1960 y causó mil 655 muertos, además de dejar sin casa a más de dos millones de personas. Ese terremoto alcanzó una magnitud de 9.5 grados en la escala de Richter, que es la medida que se utiliza para clasificar estos temblores de tierra según su fuerza.
El terremoto de Ecuador tuvo una magnitud de 7.8 y los de Japón de 6.5 y 7.3.
