Entre uno y cuatro de éstos podrían potenciarse a “grandes huracanes” , es decir de categoría 3, 4 o 5 en la escala Saffir-Simpson (con vientos de 178 Km/hora o más) .
“Una predicción de una temporada casi normal sugiere que podríamos tener más huracanes de los que hemos tenido en los últimos años, que estuvieron por debajo de lo normal”, explicó Bell.
La temporada de huracanes del año pasado no causó mayores estragos en el Atlántico, pero sí fue muy activa en el Pacífico, con ocho tormentas tropicales en la temporada atlántica y 20 en la pacífica.
“El pronóstico de esta temporada de huracanes es más dificultoso porque es difícil determinar si habrá influencias climáticas que se fortalezcan o se compensen entre sí en el desarrollo de tormentas”, dijo Gerry Bell, meteorólogo del centro de “predicción climática” de la NOAA.
El fenómeno El Niño se está disipando, pero la NOAA estima que hay 70% de posibilidades de que La Niña, que estimula la formación de huracanes, esté presente durante los meses de mayor actividad (agosto a octubre) .
Actualmente, el Centro Nacional de Huracanes predice que hay 90% de probabilidades de que se forme una tormenta tropical en el Atlántico, entre Bermuda y las Bahamas.