“Las investigaciones se reiniciarán conforme a la ley después de que el presidente finalice su mandato”, señaló con anterioridad un portavoz de la Fiscalía en un comunicado, en el que añadió que los casos presentados durante la presidencia de Ma se habían ido archivando.
Entre las acusaciones que se han presentado contra el expresidente durante su periodo al frente del Gobierno se encuentran la filtración de secretos políticos y la falta de declaración de activos, entre otras.
En concreto, los casos apuntan a una supuesta filtración de datos de una investigación de escuchas telefónicas al expresidente del Parlamento Wang Jin-pyng, supuestos aumentos inexplicables de la riqueza personal de Ma y beneficios otorgados a empresas privadas mientras Ma era alcalde de Taipei, explicó Steve Wang, promotor de algunas demandas y presidente de la fundación independentista “Taiwán para Siempre”, en abril.
Además, el integrante del Comité de Gobierno Limpio de Taipei Jerry Cheng señaló que hay pruebas de que Ma se benefició ilegalmente de la concesión al Grupo Farglory de la construcción de obras públicas.
Un legislador del ahora gobernante Partido Demócrata Progresista (PDP) presentó una solicitud para que se impida la salida de Ma del país que fue rechazada en primera instancia pero que ahora está ante el Tribunal Supremo, luego de un recurso.
Hasta el momento tan sólo se ha iniciado la revisión de las demandas pendientes contra el expresidente sin que se le haya imputado cargo alguno.
Ma asegura que es inocente y que todo se trata de una caza de brujas política y, mientras se apilan los caos en su contra, ha sido recibido como un héroe en su antiguo barrio de residencia y se le ha visto el fin de semana haciendo ejercicio al aire libre.
El político ha sido presidente de la isla durante dos mandatos, del 2008 al 2016, y su gobierno ha estado marcado por el acercamiento a China.
