“Dado lo fundamentalmente importantes que son las plantas para el bienestar humano, para la comida, el combustible y la regulación del clima, es importante que sepamos lo qué ocurre” , añadió Willis sobre el primer informe, que tendrá una periodicidad anual.
Más de 391 mil especies de plantas vasculares -las que tienen raíz, tallo y hojas, y un sistema vascular que permite la circulación de agua y elementos nutritivos- han sido censadas en el informe “Estado de las plantas en el mundo”, una cifra que podría crecer en las ediciones posteriores porque cada año se descubren dos mil nuevas plantas, principalmente en Brasil, Australia y China.
Cerca de una décima parte de estas plantas sirven para alimentar o curar.
Los estudios precedentes presentaban conclusiones muy dispares sobre el número de plantas amenazadas de extinción, del 10% al 62%.
Para los botánicos de Kew Gardens, se trata del 21%. El interés de publicar anualmente el estudio será “empezar a constatar tendencias”, dijo Steve Bachman, coordinador del informe.
“Si no examinamos está información, llenamos los huecos del conocimiento, y hacemos algo, estaremos en una situación peligrosa”, advirtió Willis.
Es más fácil sensibilizar sobre la extinción de los elefantes
Sensibilizar a la opinión pública sobre la amenaza a una planta es mucho más difícil que hacerlo en el caso de los elefantes de frica, los tigres de Bengala o incluso los bosques tropicales. Y sin embargo, “los bosques no cubren más que una pequeña parte del mundo vegetal” , recordó la directora científica de Kew Gardens.
“Me parece extraordinario que nos preocupemos del estado mundial de los pájaros pero no del de las plantas”, afirmó Willis.
Según el informe, la principal amenaza a las plantas viene de la agricultura, a causa de la roturación excesiva. La construcción, las enfermedades y los pesticidad son otros factores nocivos.
En cambio, el cambio climático tiene, de momento, un papel marginal.
“Sin embargo, no hay que olvidar que a veces hacen falta treinta años antes de que la próxima generación de plantas produzca flores y polen. Así que no podremos medir de verdad el impacto del cambio climático hasta el 2030”, explicó Willis, que instó a “no congratularse demasiado y mejor vigilar”.
El documento tiene 80 páginas y una versión en la web que reúne la información de otros estudios para crear una base de datos.
“Ha sido un trabajo enorme que ha implicado a más de 80 científicos. La idea era reunir, condensar y hacer legibles los conocimientos dispersos para llegar al mayor número posible de gente”, explicó Steve Bachman.